viernes 2 de mayo de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 8 jun

En homenaje al ex presidente Néstor Kirchner bautizaron a un parásito del lago del Bosque de La Plata como "Saccocoelioides kirchneri"

Te contamos de qué se trata el descubrimiento que publicó el Conicet.


El parásito del género Saccocoelioides hallado en peces del Lago del Bosque platense,  fue bautizado saccocoelioides kirchneries en “un claro homenaje al ex presidente Néstor Kirchner", explicó Sergio Martorelli, investigador ad-honorem del CONICET en el CEPAVE.

"Creo que durante su gobierno y el de Cristina Fernández fue el momento en que más se invirtió en ciencia y se tomaron medidas para protegerla y beneficiarla”, agregó el científico, cuyo descubrimiento fue publicado en el Journal of Helminthology.

También consideró:  “En el 2000, el CONICET estaba prácticamente en vías de extinción; haciendo un paralelismo con el estudio de la evolución de las especies, cuando una población tiene mucha cantidad de individuos viejos y pocos jóvenes, está en problemas, y eso le pasaba al organismo”.

 

El hallazgo

En el sitio web del Conicet, este miércoles fue publicada la noticia en el marco de una nota sobre "la confirmación de la presencia de un nuevo parásito del género Saccocoelioides en peces del Lago del Bosque platense", que "eleva a 27 el número de especies de dicho grupo, de las cuales unas 12 o 13 habitan en aguas dulces de distintas regiones de la Argentina, y el resto se distribuye a lo largo del continente americano".

Los responsables del hallazgo y su posterior descripción pertenecen al Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA), y la noticia fue difundida por la revista científica Journal of Helminthology. 

"Saccocoelioides kirchneri es el nombre con el que bautizaron al nuevo parásito, hallado en estado adulto en el aparato digestivo de Cnesterodon decemmaculatus, pez comúnmente conocido como madrecita, nativo de Sudamérica y que habita aguas con abundante vegetación en las profundidades y las orillas. De tamaño pequeño y coloración plateada, cumple un rol importante en el control de mosquitos, ya que se alimenta de sus larvas. Aunque la muestra fue tomada en el lago del popular paseo local a mediados de la década del 2000, el análisis que permitió la identificación del microorganismo en sus vísceras se llevó a cabo en los últimos años", explicó el Conicet.

Martín Montes, investigador del organismo en el CEPAVE y uno de los autores del trabajo, señaló que “la última especie de Saccocoelioides había sido reportada en 1984", y aclaró que "eso es en parte porque el estudio morfológico no resulta nada sencillo”.

También explicó en la nota que "los parásitos de este género no responden bien a la tinción –el proceso por el cual se tiñe el tejido para poder mejorar la observación a través del microscopio–, ya que las células se colorean de manera similar y todo se ve como una gran mancha rosada que dificulta la observación de sus partes internas". 

“En colaboración con un colega norteamericano con el que yo había trabajado unos años antes, combinamos los estudios morfológicos, es decir, de las estructuras y características tanto externas como internas, con los de ADN, que a través del uso de genes como marcadores moleculares nos permitieron corroborar que se trataba de una nueva especie, a pesar de que en apariencia es casi indistinguible del resto”, relató Sergio Martorelli, investigador ad-honorem del CONICET en el CEPAVE y también autor del trabajo.

Según la investigación, el hallazgo refuerza una hipótesis de Lothar von Szidat (1892-1973) –científico polaco que vivió 26 años en Argentina y fue pionero de la parasitología en animales silvestres–, según la cual cada especie del género Saccocoelioides es extremadamente específica de un único hospedador.

De esta manera, cuando se observen parásitos en un hospedador que nunca haya sido reportado como tal, lo más probable es se trate de una especie nueva jamás descripta. “Hasta ahora se viene dando así, e incluso hemos analizamos otros peces del lago y no encontramos presencia de S. kirchneri “, señaló Montes.

La nota mencionada que se publicó en el sitio del Conicet agrega: "Siguiendo la regla general por la cual ningún buen parásito mata a su hospedador, sencillamente porque no le conviene perder su fuente de nutrientes, los investigadores entienden que la madrecita no se ve afectada por la presencia del microorganismo, y que eso solo podría suceder en caso de producirse un desequilibrio ambiental que aumente la población de parásitos y en consecuencia los peces terminen enfermando". 

“De todas maneras, de este aspecto nos vamos a ocupar en un proyecto futuro en el que queremos correlacionar la carga parasitaria con niveles hormonales y valores en sangre, sobre todo en especies de importancia comercial”, señaló Montes.

Si bien no es de consumo humano, la madrecita es un pez muy utilizado en estudios de ecotoxicología de laboratorio, es decir aquellos que observan los efectos de distintos contaminantes sobre los seres vivos. 

"Además, al comer microorganismos y comunidades de algas, bacterias, hongos e invertebrados, cumple una función casi de bioingeniería, modificando los ecosistemas acuáticos e interviniendo en los desbalances de nutrientes que puedan producirse", menciona el trabajo de investigación .

Y concluye: “También, al ser pequeños y muchos, son básicamente alimento de otros peces, aves o mamíferos, y por ende son un nexo en la cadena trófica”.

 

De izquierda a derecha, Martín Montes, Sergio Martorelli y Jorge Barneche, los tres autores de la investigación en el CEPAVE.

FOTO: CONICET Fotografía/ Rayelen Baridon

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