martes 13 de mayo de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 18 jun

Fue la primer persona con la que se vinculó luego de volver de Malvinas y este sábado se abrazó con él luego de 40 años 

La historia conmovedora del conscripto Ariel Tascón y el bombero José Guerriera.


Ariel Tascón tenía 18 años cuando fue convocado por las Fuerzas Armadas como conscripto para ir a la guerra de Malvinas en 1982, donde llegó desde su Mar del Plata natal formando parte del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601.

Cuando le tocó regresar al continente el vecino marplatense lo hizo muy afectado por el padecimiento de "píe de trinchera",  producto del enfriamiento de las extremidades en la humedad de su posición en las islas. Y lo hizo junto a cientos de soldados heridos y prisioneros en el crucero SS Canberra que la marina británica había dispuesto como transporte de tropas primero y como buque hospital durante el conflicto.

Dicha embarcación arribó a Puerto Madryn el 19 de junio de 1982, en una fecha que pasó a ser recordada por toda la localidad como “El día que Madryn se quedó sin pan”. En aquella ocasión a Tascón lo bajaron en camilla y fue recibido en una Jeep Gladiator que prestaba servicio como móvil ambulancia de los bomberos locales.

 

 

Fue en aquel momento cuando el joven soldado conoció a José Guerriera, un bombero de 23 años del cuartel local, y en la hora y media que duró el traslado hasta Trelew conversaron bastante.

Al llegar a destino, la Base Almirante Zar, intercambiaron teléfonos y Tascón le pidió a su acompañante si podía llamar a su tía en Mar del Plata para anoticiarla de que estaba con vida, aunque le pidió que no diera detalles de su dolencia.

 

 

Tiempo más tarde Guerriera le escribió una carta a Tascón donde incluía una tarjeta con la mascota del cuartel, Panchito. Desde aquel momento no se volvieron a ver hasta que hace algunas semanas atrás la esposa de aquel joven soldado se comunicó con el cuartel de Madryn a partir de un documental que vio el pasado 2 de abril y en el que mencionaban el desembarco del Canberra, y por ende aquella fecha tan sentida para los y las madrynenses.

En ese momento, Fabiana notó que su marido nunca había mencionado aquel episodio de su vida, y fue allí cuando este último le mostró la carta que 40 años atrás le había escrito Guerriera, quien años más tarde de aquel momento llegó a ser jefe de cuerpo activo.

Finalmente, y tras cuatro décadas, José y Ariel se fundieron en un abrazo en la mañana de este sábado cuando Tascón fue recibido en el cuartel por una guardia de honor y luego compartió junto a su esposa un desayuno de camaradería con personal de la institución.

 

 

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