

La Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI), una ONG con sedes en seis provincias de la Argentina, Bolivia y Paraguay, desarrolló Kokue, una aplicación para celulares que facilita la creación, el monitoreo, control y seguimiento de huertas agroecológicas.
La app ya tiene más de 6.300 descargas, y se convirtió en una herramienta de consulta para las familias de zonas rurales y que son productoras de huertas libres de fertilizantes y agroquímicos. Estiman que hay unos 700 productores acompañados y asesorados por la Asociación. Pero la nueva aplicación es sobre todo un instrumento de promoción de la producción orgánica de verduras.
La Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI) fue fundada en Santa Fe en diciembre de 1990. A su vez, ACDI es socia fundadora del Network Internacional Foundation, una ONG de cooperación internacional integrada por 35 socios que ejecutan proyectos de desarrollo en 31 países del mundo.
"En el marco del Plan Nacional de Protección Social, teníamos dos ejes de trabajo: uno, acompañar a las familias para su empoderamiento; otro, el desarrollo comunitario con el dictado de capacitaciones sobre producción agroecológica, entre otros tópicos", contó Luciana Palacio, coordinadora del Área de Trabajo de la entidad, al diario santafesino El Litoral.
Más adelante realizaron un trabajo de investigación junto a especialistas italianos y notaron un problema entre los pequeños productores de escala familiar de huertas agroecológicas. "Dependían en gran medida de agentes externos para gestionar y monitorear sus huertas, como por ejemplo algún experto del INTA", agregó la integrante de ACDI .
De esa manera surgió la idea de desarrollar la aplicación Kokue, como un modo de facilitar el flujo de información sobre cultivo agroecológico, y que ésta pueda llegar a la mayoría de los hogares de todas las personas productoras, a través de sus celulares.
"Fue importante el proceso previo de conocer nuestro público destinatario, es decir, qué características tienen los productores de escala familiar y, sobre esa base, desarrollar una aplicación adaptada a esa población objetivo. Kokue es muy intuitiva, simple, amigable y gráfica para su uso. Es además un 80% offline, pensando en que los productores rurales no están quizás tan familiarizados con las tecnologías, y tiene una conectividad limitada", explicó Palacio. Todo el proceso hasta que el desarrollo estuvo disponible para su descarga desde la Play Store de Android duró solo un año.
Una vez descargada Kokue, la aplicación se conecta por medio de la cuenta de Google. En su home hay recomendaciones generales sobre cómo estructurar una huerta (de qué manera protegerla del sol y del viento, las herramientas básicas que se necesitan, etcétera).
También hay recomendaciones sobre los cultivos que conviene sembrar de acuerdo a la época y según el calendario lunar. Aparece una ficha técnica de cada planta (acelga, achicoria, lechuga, etcétera). Kokue indica para cada una cómo sembrarla, si toleran sombra y sol, cómo cuidarlas, a qué distancias plantarlas unas de otras y con qué profundidad en tierra, entre muchas otras especificaciones.
"Otro de los problemas que detectamos es que las personas tenían su huerta pero no sabían muy bien cómo incorporar esos cultivos en su comida diaria", dijo la coordinadora. Por eso también hay un Libro de Recetas.
"Mi Kokue", por otro lado, es dentro de la propia aplicación como una suerte de huerta virtual donde cada productor indica qué cultivó (acelga, por caso); allí ingresa la fecha en que plantó, y toda esa información se incorpora directamente en esa sección personalizada. El usuario va recibiendo notificaciones sobre el cultivo que plantó: cómo hay que cuidar la acelga (siguiendo con el ejemplo), e incluso hay un conteo de días respecto de cuándo hay que cosecharla, como una especie de "recordatorio".
Hay una sección destinada a cómo proteger los cultivos de las plagas que las pueden afectar y arruinar, más un listado de biopreparados para combatirlas. También la app ofrece un foro donde los productores-usuarios pueden comentar sus experiencias, hacer consultas y brindar respuestas o consejos a otros.
También hay una sección sobre ferias: allí, los productores pueden promocionar, intercambiar o vender sus productos, por ejemplo una mermelada de frutilla. Se carga una foto y la descripción del producto, y luego se postea. Los demás usuarios interesados hacen click en la publicación y así se abre una ventana de comunicación comercial o de intercambio.
"Toda esta interacción ayuda a construir comunidad, revalorizando esos saberes ancestrales sobre la tierra y los modos de producción. Esta experiencia ha sido sumamente enriquecedora para nosotros. La presencia con nuestros promotores territoriales fue clave, por la cercanía con cada productor rural; además, con esta aplicación se genera una retroalimentación permanente de saberes que no la hubiésemos tenido de otra manera", concluyó Palacio.