

Por: Federico García
La Plata tiene ocho hospitales públicos provinciales y 18 centros de salud municipales, además de clínicas y sanatorios privados. Todos ellos integran el sistema de salud regional, al que hay que sumarles las obras sociales públicas, privadas y sindicales, y las prepagas, además de los consultorios particulares.
Como se sabe, el sistema viene de atravesar una pandemia por el Covid-19 que causó la muerte de más de cien mil argentinos y afectó a millones de personas.
¿Cómo quedó el sistema sanitario de La Plata tras la pandemia?, ¿cuáles son las problemáticas de sus principales actores? y ¿ qué medidas se deberían llevar adelante para mejorarlo? Para intentar responder estas preguntas, Info Blanco Sobre Negro entrevistó a pacientes, profesionales de la salud, directivos de clínicas y gremialistas de la Ciudad.
Uno de los hospitales de la región con mayor volumen de demanda es el San Roque de Gonnet. Allí, una de las trabajadoras con las que dialogó este medio manifestó que "escasean los materiales en los servicios de quirófano, terapia y neo, mientras que en el resto de los servicios, como la guardia, hay material pero de mala calidad, y a veces no se puede trabajar, e incluso algunos no se pueden usar porque terminan lastimando al paciente".
También señaló que hay deficiencias en lo que concierne al mantenimiento del hospital, que está ubicado en la calle 508 entre 18 y 19. Y en cuanto a la cantidad de personal asignado al lugar manifestó que "escasea".
"No se puede tener tres enfermeras para 30 camas cuando lo que se estipula es una cada tres o cuatro pacientes, y ahora hay una con 10, 12 o hasta 14 pacientes", detalló la profesional del Gonnet.
Por otro lado, Info Blanco Sobre Negro también habló con personal del Hospital Rossi, ubicado en la calle 37 entre 116 y 117, donde se realizaron en plena pandemia mejoras edilicias y se habilitaron consultorios nuevos, además de la remodelación de la guardia. "También se mejoró el área administrativa y actualmente se están restaurando los pisos tercero y cuarto", destacaron desde el nosocomio.
En cuanto al trabajo de los profesionales, los profesionales mencionan que están trabajando "con dificultad" y que los "supera la demanda", sin dejar subrayar el problema de "las recaídas del personal afectado por COVID-19 y la reducción de camas disponibles ante la permanencia de pacientes internados con esa enfermedad".
Otro de los centros médicos del ámbito público consultados por este medio fue el Hospital San Juan de Dios, donde en el 2019 también se llevaron adelante obras como la guardia nueva y el mejoramiento de otros lugares del edificio.
"Si bien costó la vuelta a la normalidad, actualmente ya están funcionando con normalidad", comentaron empleados del lugar.
Vale aclarar que durante 2020 estaban en ese lugar trabajando con menos consultorios y turnos. Hasta el año pasado aún se pedían hisopados para internarse o procedimientos y a los que resultaran casos positivos no se les podía hacer una intervención hasta que negativizaran.
"Este año se normalizó, excepto para las internaciones ya no se pide hisopado así que las cirugías volvieron a la normalidad", manifestó una fuente en diálogo con este medio, aunque aclaró que existen "ciertos retrasos porque en este momento se está llevando adelante la reparación de un quirófano".
En el sector de neumonología invasiva están atendiendo la misma cantidad de gente que en el 2019, mientras que si bien las atenciones en los consultorios bajaron en el 2020, luego de la segunda ola del 2021 volvió todo a la normalidad. "Hasta el año pasado se tomaba la temperatura y se indagaba más en cuanto a los síntomas antes de entrar a a pandemia, y este año ya no se hace más. En la actualidad,en el San Juan de Dios se están haciendo obras en el quirófano, en el servicio de farmacia y en el área de dermatología", mencionaron trabajadores del lugar.
Por último, todas las voces aseguran que la violencia aumentó en cada lugar de trabajo desde el año 2021 hasta la actualidad.
"La gente está muy ansiosa, no espera y, aunque no todos, están más en desacuerdo con la terapéutica. Antes era uno cada tanto que quizás se exhaltaba y ahora en todas las guardias nos patean la puerta o nos amenazan. También aumentó la cantidad de gente que pide fármacos para paliar alguna necesidad, y cuando no se las dan estallan, no quieren esperar ni quieren entender que a veces estamos trabajando adentro con por lo menos 12 pacientes internados", detalló una profesional, y agregó que son "cada vez menos médicos atendiendo en la parte de guardia".
En diálogo con este medio Germán Cohen, empleado de una empresa de medicina privada, señaló que una de las mayores problemáticas que tienen las clínicas es el "aumento exponencial de los insumos y el atraso en la actualización de los costos".
Además, otro tema a tener en cuenta en el ámbito de las clínicas son los tiempos de la facturación: se realizan dentro del mes a partir del alta del paciente, entre el día 10 y 20, y luego hay que esperar entre 45 y 50 días para cobrar lo facturado.
"Nada de esto sería un problema sino fuera por los altos índices inflacionarios", manifestó Cohen, y agregó que todas las clínicas de La Plata están pasando un "complicado panorama financiero".
Por otro lado, tras la pandemia en varias clínicas privadas muchos pacientes comenzaron a realizarse más estudios, lo que incrementó la demanda "exponencialmente".
Esto último se enlaza con las reiteradas denuncias sobre "personal de salud saturado" y la falta de médicos para unidad coronaria o terapia intensiva en el ámbito privado, además de que muchos ya no quieren hacer guardias de 24 horas y sólo realizan de 12.
En 7 de las 10 clínicas privadas de #LaPlata hoy en las guardias de emergencias hay de 4 a 8 horas demora....insólito
— Ezequiel Jahir Oslé (@Turcolibia) August 31, 2022
A su vez, son varios los profesionales de las clínicas y sanatorios que se fueron a trabajar a localidades más chicas o a otros países en los que reciben mejores salarios y condiciones de trabajo más favorables.
Los hospitales tradicionales de La Plata, como el Español, Italiano, Instituto Médico Platense, Ipensa o la Clínica del Diagnóstico comparten un sistema de administración y atención médica que podría caracterizarse por su gran capacidad de capturar recursos disponibles en el sistema de salud privado y público.
Tras la pandemia atienden casi al mismo ritmo que los locales de comidas rápidas. Se equiparon con modernos sistemas informáticos que acelerar la accesibilidad y permiten llevar un registro de cada paciente. Pero el médico clínico de guardia casi no toma la presión, no hay fichas individuales, se abandonó el clásico control de presión arterial en favor de darle celeridad a cada turno y se hizo todo para atender mucho y rápido.
También rotan los especialistas y conseguir un turno es tarea para gente que no sufre ninguna enfermedad, o para gestores administrativos.
Puede ocurrir en cualquiera de esos efectores que algun profesional desaparezca de la carttilla de prestadores por dos meses, y que quien lo busque tenga que conformarse con otro profesional que entregue recetas al por mayor para salir del paso. Todo se ha vuelto, como en aquella canción, "deshechable y provisional".
La consigna es "recaudar" y "a bajo costo". En ese marco la atención es más bien trapidante y caótica, cuando debería apuntar a la contención y la cura.
En cuanto a la mirada gremial del sector, este medio se comunicó con el dirigente de CICOP Juan Martin Mirada Rabbione, quien resaltó que "hay un cierto cansancio" entre los trabajadores de la Salud, aunque destacó que "se están recuperando lentamente".
Ese sindicato está reclamando un reconocimiento al trabajo que se hizo durante la pandemia y en cuanto a lo salarial tuvo su primer encuentro de mesa técnica días pasados, pero no recibieron ninguna nueva oferta en el marco de la reapertura de las paritarias.
"Los salarios nuestros no le permiten a un profesional trabajar en un solo lugar, hoy en día un médico tiene que tener varios trabajos para tener un sueldo digno", reclamó Mirada Rabbione.
Por otro lado, el dirigente gremial se refirió a la necesidad de la incorporación de más profesionales a la planta profesional y por eso están reclamando que se dicte una ley de excepción "porque hay profesionales que están dentro de la ley 10.430 y deben estar en la 10.471".
"Estamos reclamando que se de un reconocimiento de que son profesionales y se los pase a la ley que corresponde. El proyecto se presentó en el Senado y esperamos que salga en breve", agregó el gremialista.
Por otro lado, el dirigente resaltó que otro de los problemas son "las malas condiciones de trabajo de los residentes. con cargas horarias muy altas y salarios muy bajos, sin aportes previsionales y sin continuidad laboral".
"Sobre todo en La Plata,donde la mayoría de los que atienden son residentes porque todos los hospitales de la región están constituídos por residencias y éstas son las que tienen carga horaria de lunes a sábados de 8 a 17 horas más dos guardias semanales de 24 horas, con un sueldo para los que ingresan que está en 105 mil pesos, sin aportes previsionales ni asignaciones familiares", detalló Mirada Rabbione. Y advirtió que "desde hace tiempo el sistema público tiene un déficit de profesionales".
En cuanto a la demanda, el sindicalista manifestó que en varios efectores públicos "no se consiguen turnos, hay trámites que tienen mucho tiempo de espera y hay falta de acceso a los medicamentos", y agregó que "quizás ha mejorado a partir de la pandemia pero hay un déficit histórico que todavía no se ha revertido en el sistema de salud público".
"La demora se debe a la falta de disponibilidad de profesionales en los quirófanos, incluso también la cantidad de quirófanos disponibles que no es la adecuada para poder dar respuesta a toda la demanda", especificó Mirada Rabbione.
Por último, el dirigente de CICOP se refirió a la situación edilicia de los hospitales y destacó que "la mayoría tiene muchos años y una infraestructura antigua que genera complicaciones, por eso es necesario que haya una inversión grande".
"Uno de los hospitales que más necesita una reparación de su infraestructura es el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, que tiene una población muy grande y una tarea muy compleja ya que aloja personas que están internadas hace años", agregó el gremialista.
Por último, Info Blanco Sobre Negro entrevistó al miembro del Consejo Directivo de la Agremiación Médica Platense (AMP), Gastón Quintans, para conocer su visión acerca de la situación del sistema sanitario local y las problemáticas de los médicos particulares.
En primer lugar, el dirigente manifestó que "hay un atraso muy grande en el valor de los honorarios y está muy difícil el tema de su actualización porque no cerraron las paritarias provinciales y el IOMA (Instituto Obra Médico Asistencial) accede a un incremento de los honorarios cuando las paritarias están definidas porque a partir de ahí definen los ingresos que tienen para poder otorgar un aumento".
Actualmente, los profesionales tienen un 60 % de incremento autorizado que todavía no se aplicó en su totalidad y, según Quintans, eso los perjudica "porque genera que hoy los honorarios se hayan incrementado solamente un 36 %, faltando un 24, y si bien no hay un atraso porque se está dentro de los plazos es probable que se requiera que se adelanten los porcentajes por el índice inflacionario".
Por otro lado, el miembro del Consejo Directivo de la AMP resaltó que "el humor médico está alterado ya que el mínimo de tiempo que se cobra el honorario es de sesenta o setenta días por cuestiones administrativas que no se pueden sortear".
El viernes 27 de agosto se llevó adelante una reunión entre los dos sectores pero desde la obra social señalaron que no se iban a manejar números "hasta que las paritarias no estén definidas". "Nosotros pedimos que por lo menos alcancemos y superemos el indice de inflación que haya en el 2022 y cerrar un acuerdo antes de fin de año", sostuvo el dirigente de la AMP.
En cuanto al resto de las obras sociales, Quintans aseguró que también hay un atraso en los honorarios y detalló que "ahí la cosa puede estar más limitada porque muchas de ellas están condicionando el aumento a lo que la Superintendencia de Seguros de la Nación les permita aumentar a sus afiliados".
"Con Pami no trabajamos ya que ellos tienen convenios con determinados hospitales y sanatorios de La Plata, y con médicos individualemente, la Agremiación hace veinte o treinta años que no tiene convenio", agregó el profesional.
Quintans también se refirió a Gasto Operativo de Consultorio que implementó en La Plata y en otras ciudades como Bahía Blanca el Consejo Superior del Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires, y que tanta polémica generó.
Si bien el dirigente de la AMP aclaró que la entidad no tiene nada que ver, sí destacó que "tiene una lógica porque hay que pensar que IOMA aprobó un 36 % hasta agosto para los honorarios y no dio más, y las paritarias de Utedyc (el gremio en el que están las secretarias de los médicos) se acordaron en el 60 y ahora van a acordar más, entonces quedan muy desfasados los valores".
"Lo particular es que en La Plata es la primera vez en la historia que se empieza a cobrar un bono de este tipo pero en el interior hace treinta o cuarenta años que se implementa", agregó el dirigente.
Por último, Quintans resaltó que "han cerrado muchos policonsultorios" en la ciudad, aunque no tiene un número preciso. "Estamos muy atradados porque hay que pensar que de un bono de mil pesos a nosotros nos quedan setescientos porque tenemos retenciones de Ingresos Brutos, AFIP y Caja de Médicos. Lo que te queda de bolsillo es muy poco porque además tenes que pagar de alquiler, empleados, gastos administrativos y te queda el 50 % o menos", detalló el dirigente de la AMP.
Ante todo este panorama, ¿hay una posible solución? Para intentar responder esa incógnita hay que tener en cuenta una cuestión clave: la situación del IOMA, que es la obra social más grande de la provincia. También, en menor medida, la obra social PAMI, que con sus valores de referencia establece, en parte, los precios del resto de las prestaciones del sistema privado.
Lo que la obra social bonaerense denuncia es que "los médicos se han acostumbrado a sobrefacturar mucho" y aseguran que por esa razón emprezaron a contratar a sus propios efectores, a los que les pagan una cierta cantidad del bono. No obstante hay muchos especialistas que no entraron a ese nuevo esquema.
Por ejemplo, hay un conflicto del IOMA con prestadores que reclaman deudas de hace dos años, así como con los acompañantes terapéuticos y con los médicos con consultorio externo, a quienes se les pagan magros 56 pesos. Y con esa plata encima tienen que cumplir con sus impuestos.
Además, las prepagas se alinearon detrás del IOMA, que es la que impone las condiciones. Por eso cada vez más médicos no quieren atender por esa obra social o prepaga y lo hacen particular.
En cuanto a la atención odontológica el gasto del organismo bonaerense empieza a caer abruptamente aunque en forma relativa (por la inflación). Es que los profesionales de ese sector recortaron las prestaciones al mínimo y cobran a los afiliados por cada práctica a parte del bono correspondiente. Al igual que la mayoría de las obras sociales, vale decirlo.
En este marco poco auspisioso y que al ritmo de la crisis económica parece no revetir el declive general, deberá el Estado tomar la iniciativa y convocar a todos los actores del sistema de salud. No es tiempo de continuidades ni reformas, sino más bien de transformaciones y de llevar adelante los cambios que le permitan a la Argentina recuperar el nivel de excelencia que alguna vez tuvo a nivel internacional.