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Información General | 25 oct 2022

Una investigación realizada en La Plata señala que la depredación humana hizo extinguir a muchos animales del Pleistoceno

Fue llevada adelante por dos investigadores de la UNLP.


Durante el Pleistoceno (período ubicado entre 2.600.000 y 11.500 años atrás), Sudamérica estaba habitada por una gran número de especies de mamíferos de importante tamaño (entre ellos felinos, osos, pecaríes, elefantes, perezosos, armadillos, caballos, camélidos, cérvidos y otros ungulados nativos diferentes de los actuales) que desaparecieron de manera repentina entre 11.000 y 13.000 años atrás.

En un trabajo publicado en 2021Luciano Prates e  Ivan Perez, antropólogos de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata y del CONICET, propusieron que los efectos directos e indirectos de la depredación humana, y no los cambios climáticos, fueron el factor desencadenante del colapso de estos animales.

 

 

Concretamente, mostraron que los humanos llegaron a Sudamérica hace al menos 15.000 años, pero hace alrededor de 13.000, justo cuando incorporan el uso de las puntas de lanza Cola de Pescado, la población de megafauna inició el repentino colapso poblacional.

Los investigadores también comprobaron que las puntas Cola de Pescado aparecen en las regiones con más abundancia y diversidad de megafauna.

Alrededor de 1.000 años después desaparecen al mismo tiempo la megafauna y las puntas Cola de Pescado. Más allá de estas fuertes correlaciones espaciales y temporales entre puntas Cola de Pescado y megafauna, seguía sin esclarecerse si estas sofisticadas armas fueron verdaderamente pensadas, diseñadas y empleadas para cazar estos animales.

 

 

Para evaluar esto, fue convocado el Doctor Diego Rivero, especialista en el estudio de puntas de proyectil de la Universidad Nacional de Córdoba, con quien Prates y Perez realizaron un segundo estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista Scientific Reports del grupo Nature, que refuerza el rol central de la predación humana en las extinciones.

Asumiendo que las puntas Cola de Pescado fueron una tecnología clave y determinante para que los humanos puedan cazar megafauna y desencadenar su colapso poblacional, en este nuevo trabajo los investigadores advirtieron que era necesario demostrar en qué medida las puntas estuvieron indudablemente asociadas a estos animales desde el punto de vista funcional, y no solo espacial y temporal.

Para eso se evaluaron los cambios en la tecnología de las puntas de proyectil (PCP) utilizadas en el Cono Sur de Sudamérica entre 8.000 y 13.000 años atrás. Concretamente, se evaluaron la efectividad y capacidad de daño de 127 puntas Colas de Pescado y unas 303 de otros tipos de puntas contemporáneas e inmediatamente posteriores a la Cola de Pescado de distintos puntos de Sudamérica y Norteamérica.  También se analizaron las características de las puntas en relación con los tamaños corporales de las presas disponibles para la caza en los diferentes momentos y regiones.

La investigación concluyó que las PCP fueron las armas más efectivas para cazar grandes mamíferos, como las especies de megafauna extintas (mastodontes, megaterios, caballos americanos, entre otros) debido a la mayor capacidad de daño frente al resto de las puntas tempranas.

Otra señal de que las puntas se diseñaron y usaron para megafauna es que la capacidad de daño de esas puntas es mayor en las zonas donde las especies de megafauna eran más grandes (por ejemplo la región pampeana y sur de Brasil) y menor donde las especies eran más pequeñas (por ejemplo Patagonia).

También se demostró que cuando desaparecen los grandes mamíferos, las puntas Cola de Pescado se abandonaron, posiblemente porque la fabricación de armas tan eficientes demandaba un costo de fabricación injustificado para presas menores disponibles a partir de ese momento (como guanacos, vicuñas y ciervos, entre otros).

Por último, los especialistas comprobaron que las puntas que reemplazaron a las Cola de Pescado luego de las extinciones de megafauna (puntas Tuina en Andes, triangulares medianas en Patagonia, Ayampitín en sierras centrales y Pay Paso en Uruguay) no solo eran menos eficientes y letales, sino que variaban conforme los tamaños de las presas para las que fueron utilizadas.

En definitiva, los resultados del estudio revelan que las puntas Cola de Pescado fueron una verdadera revolución tecnológica orientada a la caza de megafauna y refuerzan la hipótesis de que los seres humanos tuvieron un efecto directo y significativo sobre su extinción.

El artículo “Changes in projectile design and size of prey reveal the central role of Fishtail points in megafauna hunting in South America” fue recientemente publicado en la revista científica Scientific reports.

Fuente: UNLP

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