

La malnutrición en los barrios más carenciados del país aumentó 4,5 % durante los últimos tres años, según un informe de la organización Somos Barrios de Pie.
La agrupación, liderada por el actual subsecretario de Políticas de Integración del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Menéndez, realizó un diagnóstico nutricional a 38.622 niños, niñas y adolescentes (NNyA) que asisten a espacios comunitarios en barrios populares de 16 provincias: Capital Federal, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
El estudio indicó que el 48,6 % -prácticamente uno de cada dos chicos de barrios populares-, sufren malnutrición. El 24 % sufre obesidad, el 20,9 % sobrepeso y el 3,2% déficit de peso.
Además, la “baja talla”, que suele estar relacionada con la desnutrición crónica, alcanza el 6,7 %, con una fuerte incidencia en menores de 2 años (20,2 %) y de 2 a 6 años (8,9 %).
Según destaca la organización oficialista, también se registró un aumento marcado de la malnutrición con respecto a los datos del 2019, con un promedio de alza de 4,5 puntos, ya que antes del cambio de gobierno, el estudio registraba una malnutrición global 44,1 %.
“Los altos índices de malnutrición tienen relación directa con el tipo de alimentación de las familias de los barrios vulnerables, altas en hidratos de carbono complejos y grasas saturadas, pero baja en frutas, verduras y carnes magras", detalló el informe.
"Debido al aumento indiscriminado de precios en alimentos la mayoría de las familias redujo el consumo de nutrientes esenciales. Además, se detectaron altas tasas de inseguridad alimentaria, llegando casi a 1 de cada 4 familias donde algún menor dejó de realizar alguna comida por falta de recursos”, agregó.
Por último, la agrupación oficialista indicó que la pandemia de coronavirus fue una de las condiciones que empujaron el aumento de la malnutrición y destacó el “altísimo aumento de los precios de los alimentos que empujan el proceso inflacionario”, apuntando contra los supermercados y grandes alimenticias.
En el informe también se cuestionó la “falta de abastecimiento de alimentos” a comedores y merenderos comunitarios. “Los alimentos que reciben es principalmente de procesados y ultraprocesados, alto en hidratos de carbono y bajo en proteínas, fibra y otros micronutrientes esenciales”.
En las últimas semanas, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que integran las principales organizaciones oficialistas como el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, la CCC y el MTE de Juan Grabois, acordó con la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, un nuevo bono para los beneficiarios del Potenciar Trabajo en marzo y ampliar la compra de bolsones de frutas y verduras a cooperativas para ser entregada a comedores populares que las propias organizaciones gestionan.