El máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, precisó que, pese a la mejora de la evolución de la pandemia por el COVID-19, el número de muertes sigue creciendo y que en las últimas ocho semanas perecieron más de 170.000 afectados.
Es por esto que el organismo internacional definió que el COVID-19 siga siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional.
La noticia fue confirmada este lunes en rueda de prensa pro el director general de la OMS tras la decisión tomada por el Comité de Emergencias que evalúa la evolución de la enfermedad.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus destacó que "la actual situación es mucho mejor ahora que hace un año cuando la variante ómicron estaba en un momento álgido", pero razonó que "desde principios de diciembre aumentaron las muertes notificadas y en las últimas ocho semanas fallecieron más de 170.000 personas".
"Y eso son sólo las muertes notificadas; sabemos que la cifra real es mucho mayor. No podemos controlar el virus, pero podemos hacer más para abordar las vulnerabilidades de las poblaciones y los sistemas sanitarios”, afirmó el funcionario.
Entre las iniciativas previstas, Tedros incluyó vacunar al 100 % de los grupos de mayor riesgo, aumentar el alcance de las pruebas y el uso anticipado de medicamentos antivirales, adoptar medidas específicas para cada contexto cuando se produzca un aumento de los casos, mantener y ampliar las redes de laboratorios y luchar contra la desinformación.