jueves 1 de mayo de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 10 feb

Liaudat: "Para que exista la dependencia en la economía hay todo un sistema de colonización mental y cultural que permite su reproducción"

Los próximos 8, 9 y 10 de junio de este año, en la Universidad Nacional de Lanús, se realizará el 1° Congreso del Pensamiento Nacional Latinoamericano.


Los próximos 8, 9 y 10 de junio de este año, en la Universidad Nacional de Lanús, más de sesenta cátedras, institutos, grupos de investigación y redes, agrupados en el Foro de Pensamiento Latinoamericano fundado en el año 2022, realizarán el 1° Congreso del Pensamiento Nacional Latinoamericano.

Los ejes del evento serán la geopolítica del poder, soberanía y unidad latinoamericana; la dimensión epistemológica y la producción de conocimiento; el arte, la cultura y la comunicación; el Estado, el derecho, la democracia; y la dimensión económica y el papel de la ciencia y la tecnología en eso. Todo esto cruzado por varias temáticas transversales, entre ellas la Cuesión Malvinas, el Atlántico Sur y la soberanía.

 

 

En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, el profesor de Introducción a la Filosofía en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y uno de los integrantes del Foro, Santiago Liaudat, destacó la importancia del evento en la necesidad de tener “un punto de encuentro” entre todos los referentes, espacios, colectivos que forman parte del pensamiento nacional y latinoamericano, “que sirva de apoyo y de proyección para jerarquizarlo y darle mayor volumen”.

“Lo que tenés enfrente es una Universidad y una cultura muy extranjerizada, eurocéntrica, nordomaníaca, diría Rodó, que tiene una tradición muy fuerte, y nosotros del otro lado estamos con una posición muy fragmentada y debilitada. Entonces, para adquirir mayor fortaleza, es que surgió la idea de un espacio de encuentro para evitar la fragmentación que se da entre distintas escuelas y tradiciones que existen y es importante contenerla dentro del Foro porque es parte de nuestra riqueza, pero no puede ser que estemos todos separados si tenemos un punto en común que es la situacionalidad desde dónde miramos el mundo”, agregó el Magíster en Ciencia, Tecnología y Sociedad por la Universidad Nacional de Quilmes.

Vale destacar que el Congreso no está pensado como un espacio académico únicamente, sino que también están invitados a participar sindicatos, movimientos sociales, sectores políticos y eclesiásticos.

"El pensamiento nacional latinoamericano tiene algunos déficits que tendría que ir subsanando, lo cual es lógico porque es un pensamiento periférico y parte de un país que está luchando en su condición de subdesarrollo, y eso le imprime toda una condición. Pero esas limitaciones muchas veces lo ponen en desventaja frente a las ciencias del norte con sus metodologías poderosas, por eso el Congreso tiene que servir para nutrir las distintas corrientes y ver como vamos subsanando las limitaciones”, reflexionó Liaudat.

 

¿Por qué se habla de un pensamiento eurocéntrico?

 

Si bien el docente de la UNLP resaltó que el pensamiento nacional se ha logrado consolidar, destacó que aún no logró permear las grandes usinas de pensamiento como uno esperaría, aunque aseguró que “la situación de dependencia de un país periférico no se da solamente en el plano económico o político”.

“El económico es el que todos conocemos, deuda externa, primarización de la economía, importación de bienes manufacturados; en la política más o menos es visible para todos porque vemos que actúan de acuerdo a determinados intereses; pero en el plano del conocimiento es más difícil porque a diferencia de la economía o la política el conocimiento y la cultura son más inmateriales y siempre es más difícil percibir cómo operan los mecanismos de la dependencia”, detalló Liaudat.

“Para que exista la dependencia y el atraso en la economía y en la política hay todo un sistema de colonización mental y cultural que permite su reproducción, generando consenso en una parte importante de la sociedad. Discutir con ese aparato intelectual es fundamental porque también permea a los propios”, sostuvo el docente, y agregó que “es tan poderoso este aparato que muchas veces los propios compañeros reproducen este tipo de consumos y esto tiene consecuencias en la política pública”.

Por último, Liaudat señaló que hay que realizar un trabajo "para desmontar y criticar el aparato de colonización intelectual y cultural, pero esa es la dimensión crítica".

“Luego hay una segunda dimensión, la constructiva, cómo pienso desde la situacionalidad nacional latinoamericana, distinta a la europea y norteamericana, porque no somos un país desarrollado ni imperialista, sino dependiente, que sufre la injerencia externa, sometido financieramente, lo que te obliga a repensar todo y cómo desde ahí somos capaces de repensar los modelos de desarrollo y las ideas educativas y políticas que tengan que ver con nuestra realidad”, reflexionó el profesor de la UNLP.

 

Situación política en América Latina

 

Con relación a la situación política en Latinoamérica y la vuelta de dirigentes progresistas en varios gobiernos de esta región del continente americano, Liaudat opinó que “no tiene sentido querer traer el pasado al presente”.

“Las características que tuvo el proceso que inició con el “No al ALCA”, por ponerle un hito, y terminó con la muerte de Hugo Chavéz en 2013, fue un ciclo extraordinario que tuvo una serie de circunstancias que lo permitieron, que surgían de rebeliones antineoliberales y eso le dio toda una impronta al proceso en Bolivia, Venezuela y Argentina”, sostuvo el filósofo.

“El conjunto de circunstancias que permitieron eso, por ejemplo el precio de las commodities o la guerra que tenía en aquel momento Estados Unidos en Medio Oriente, hoy no están, hoy es otro el mundo, el de la guerra en Ucrania, el del conflicto creciente entre China y Estados Unidos, hay nuevos sectores que no estaban en la anterior etapa como Gustavo Petro en Colombia, que está haciendo un muy gobierno; un segundo Lula, que hay que ver como viene, recargado o moderado; el Frente de Todos no es tampoco lo que fue el kirchnerismo en su momento, que también tuvo distintas fases; hoy está López Obrador en México, que no estaba en aquel momento; Venezuela llega muy desgastada, no tiene nada que ver con la del 2005 o 2006”, enumeró Liaudat.

“Creo que hay que pensar cómo actuar en función de las características actuales de este proceso, que no es el del 2005, sino que es otro, y creo que se abre un escenario”, concluyó, y aseguró que la actitud que tomen los mandatarios progresistas de la región en torno a la crisis de Perú y en qué medida avalan o condenan al gobierno de Dina Boluarte “será un parteaguas en términos de cómo se viene la nueva geopolítica latinoamericana”.

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