

La Cooperativa de Agua de Gorina fue fundada el 21 de septiembre de 1990 luego de algunas reuniones entre vecinos de la zona de que había mucha gente con dolores de estómago por contaminación con Salmonella y Escherichia Coli, e incluso de pesticidas.
“Encontramos que la mejor manera de organizarse era a través de una cooperativa”, recordó Antonio Máspoli, socio fundador y administrador apoderado de la Cooperativa, en diálogo con Info Blanco Sobre Negro.
“En ese momento le propusimos la idea al intendente Pablo Pinto y avanzamos con la concesión municipal de una obra que empezaba a florecer”, agregó el actual apoderado.
La Cooperativa tenía un sector base con un tanque, un pozo y alrededor de 17 mil metros de red, pero ningún usuario. La obra empezó a funcionar en el gobierno de Julio Alak. “En el año 1996 tuvimos el primer servicio”, recordó Máspoli.
“Como la red tenía algunos inconvenientes en su ejecución, fuimos reparándolos de a radio, tomando cuatro o cinco manzanas, lo resolvíamos y empezábamos a prestar servicio”, añadió el socio fundador.
Además, desde el inicio de la Cooperativa hasta el '96 también fue impulsada la obra de gas ya que en la localidad no estaba el servicio. Se fue fundando por etapas y dicho año una gran parte de Gorina ya lo tenía.
En el caso de las tarifas que pagan los usuarios socios, están compuestas por “una serie de incidencias, que va desde los salarios hasta el costo de mantenimiento, costo de consumo de energía, costos administrativos, y un valor de expansión que sirve para mejorar redes, hacer reparaciones y hasta instalar una perforación nueva”.
“Cuando aparecen desarrollos nuevos, la cooperativa le otorga un plano ejecutivo y en ocasiones le pedimos que haga una perforación, que hay de dos tipos, una de alrededor de sesenta y cinco mil metros cúbicos, con determinados sistemas de maniobras y control de instrumentos, y otros sistemas más chicos con bombas de 22 milímetros cúbicos de captación y una de auxilio”, detalló el dirigente cooperativo. En este sentido, la tarifa tiene en cuenta todos estos tipos de componentes y cuenta con actualizaciones casi automáticas.
Actualmente, la Cooperativa presta servicio para 3600 socios de Gorina, algunas partes de Hernández, algunos bordes de Gonnet por la zona de 28 y se está expandiendo a la zona norte: parte de City Bell con la localidad de Los Porteños y Las Banderitas. Hacia el lado sur llegan a la calle 467 que es pasando el frigorífico. Trabajan en ella tres administrativos y siete operarios de calle.
Por otro lado, Máspoli detalló que llevan adelante “controles periódicos” y aseguró que “la dosis de cloro está en función de si aparece algún índice de contaminación o parásito. Mientras eso no está, el índice de cloro es muy bajo y no se percibe en absoluto”.
Sobre este tema, el socio fundador lo evaluó en un siete “porque cuando hay picos de consumo es como una calle, de repente pasan todos por el mismo lugar y dicen que hay que hacer una nueva, pero eso por una o dos horas y el resto del día está vacía”.
“Nosotros tenemos el sistema estable y lo vamos compensando, vamos cerrando nudos y equilibrando el suministro, el flujo de agua, los caudales, pero lo más probable que en horario de verano y en horario pico la presión puede bajar pero no quiere decir que no haya. A veces, como hay muchos árboles, éste se desarrolla y aprieta la cañería y entonces hay poca presión y vamos lo más rápido posible a solucionarlo, si hay una pérdida es prioridad”, agregó Máspoli.
Este verano, la Cooperativa sufrió el efecto de la sequía “porque los equipos tuvieron que funcionar un poco más de tiempo de lo común ya que la napa bajó muchísimo”. “En un momento teníamos un nivel estático que estaba en 20-22 metros de profundidad, el nivel dinámico a siete-ocho metros, y ahora el estático estaba en 32 y bajaba a 22, la napa muy baja”, afirmó Máspoli.
Vale destacar que la Cooperativa también participa del Observatorio del Agua, que fue lanzado semanas atrás y funciona bajo la órbita del Concejo Deliberante de La Plata. Allí están la empresa ABSA, representantes de la Autoridad del Agua, ediles y de la Universidad Nacional de La Plata.
“A veces la gente cree que las concesionarias son los inversores cuando son las que prestan el servicio, las cooperativas son un caso particular porque se pueden generar fondos con la misma tarifa y hacer las inversiones, pero en la concesionaria no es lo mismo, es más engorroso para poder llegar a hacer algo que a veces se hace tarde”; detalló Máspoli.
“En el caso de ABSA, la tarifa es para mantenimiento y no para inversiones, que tiene que hacer el Estado provincial”, agregó el dirigente cooperativo.
Con relación al Observatorio, el dirigente detalló que durante la última reunión se conversó lo que tiene que ver con la planificación de la ciudad, "si en una manzana te dicen que van a vivir ochenta habitantes, se proyecta para esa cantidad e incluso para el doble, pero a veces viven muchos más y la inversión se hace difícil".
“Por ejemplo, acá no hay mucha vereda y cuando hacemos un tendido no hay mucho impedimento, pero cuando se empiecen a hacer veredas ya los costos son muy distintos. Si el Estado planifica para el norte, las empresas tienen que estar en conocimiento, pero si dicen para el norte y después van para el sur, las inversiones empiezan a tardar”, concluyó el socio fundador de la Cooperativa del Agua.