

El traslado de la zona roja de La Plata del Barrio El Mondongo a la zona de 122 entre 52 y 55 sigue teniendo repercusiones en distintos ámbitos.
En las últimas horas, el sector inmobiliario aseguró que a partir de la medida los alquileres y ventas de propiedades del barrio "volverán a recuperar su valor de mercado".
“Si bien hasta el momento no se hizo efectivo el anuncio de la Municipalidad, comenzamos a advertir el entusiasmo no sólo de los dueños de viviendas que van a poder alquilar o vender a precios razonables sino también de las inmobiliarias que ofertan propiedades en la zona, que se habían depreciado mucho en la denominada zona roja” destacó Guillermo Saucedo, secretario general del Colegio de Martilleros departamento judicial La Plata.
“Cuando se ofrecían las propiedades de esa zona, la mayoría las esquivaba por la situación que era de público conocimiento. Las viviendas ubicadas en el área de las calles 1 a 6 y de 60 a 67 sufren un proceso de desvalorización permanente, incluso en zonas aledañas ante el temor que la zona roja se siga extendiendo”, agregó Saucedo
"Ahora estamos evaluando qué impacto puede llegar a tener para los vecinos, propietarios e inmobiliarias de Berisso y Ensenada, si la zona roja queda establecida sobre calle 122. Creemos que es una señal de alivio para El Mondongo, pero se debería contemplar una solución definitiva sin problematizar otro sector”, finalizó Saucedo.
Por otro lado, la Secretaria de Derechos Humanos y Políticas de Igualdad de la Universidad Nacional de la Plata manifestó su "preocupación" sobre el tema.
"Esta medida genera inquietud en diversas organizaciones sociales, educativas y de derechos humanos que anteriormente habíamos compartido objeciones en relación con el Código de Convivencia, y particularmente en sectores de los colectivos travestis y trans de La Plata, quienes el pasado 3 de abril tomaron conocimiento de esta decisión que reinstala políticas de “orden” y vuelve a criminalizar sus identidades, reproduciendo violencias que limitan su expectativa de vida, desconociendo derechos y garantías constitucionales", aseguró el área académica.
"Las ciudades organizan y vehiculizan múltiples patrones de desigualdad: de clase, de género, racial, cultural, etaria y su erradicación implica tomar decisiones en materia de política pública que reconozca esas desigualdades, generando estrategias integrales de cuidado, protección y reparación con este colectivo de personas vulnerabilizadas. La medida de rezonificación adoptada por el ejecutivo municipal genera el efecto contrario al reproducir la segregación socioespacial de la ciudad e invisibilizar sus problemáticas, exponiéndolas a situaciones de desprotección, violencia, discriminación e inseguridad", agregó la Secretaría.