

La Sala V del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires ratificó la condena a prisión perpetua contra el ex policía Luján Martínez, acusado del asesinato ocurrido en 2002 de Mauro “Beto” Martínez, testigo clave de la desaparición seguida de muerte de Miguel Bru.
Cabe recordar que la Sala I del mencionado Tribunal había revocado en el 2021 la absolución del Tribunal Penal I de La Plata, que en 2008 dejó en libertad a Martínez junto al otro ex policía implicado, Ismael Gauna, (que murió en 2009 en libertad).
"Veintiún años después del asesinato logramos que se haga justicia. Con la familia de Beto Martínez sufrimos todas las irregularidades en el juicio oral contra los imputados Gauna y Martínez, sobreseídos de la forma más impune por el Tribunal Número 1 de La Plata. Sin bajar los brazos, con la asistencia y el trabajo de los doctores Pablo Javier Oleaga, Marcelo Enrique Ponce Nuñez y Ernesto Martín, pudimos ponerle fin a esta pesadilla", aseguraron desde la Asociación Miguel Bru (AMB).
"Esta es la segunda vez que la Justicia encuentra culpable y responsable a Luján Martínez por el asesinato de Beto Martínez”, expresó Rosa Bru, presidenta de la institución sobre la condena al ex policía que también fue declarado culpable por el intento de femicidio de su ex pareja Nadia Barrera por un jurado popular en marzo de 2023, a quien mató de seis puñaladas en 2017.
Además, tiene otras 26 causas judiciales abiertas, la mayoría por violencia de género, iniciadas desde 1998 a partir de denuncias de sus ex parejas, según un relevamiento realizado por la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Mauro “Beto" Martínez fue testigo de la desaparición de Miguel Bru en agosto de 1993. Su testimonio fue clave para confirmar que Miguel estuvo en la Comisaría Novena de La Plata donde fue torturado hasta la muerte.
“Beto” comenzó a ser perseguido por el entonces oficial Ismael Gauna. Al poco tiempo fue detenido en la Comisaría de El Dique, en Ensenada, de donde se fugó. Se refugió en una casa del barrio Villa Elvira, en 120 y 84. El 21 de junio de 2002 irrumpió en la casa una brigada policial encabezada por Gauna y Luján Martínez.
Según la versión de la policía, Mauro Martínez salió a recibirlos armado con un revólver calibre 32. En cambio, testigos del hecho dijeron que salió desarmado y con las manos en alto pidiendo que no lo mataran, y luego de esposarlo le dieron un tiro en la espalda. Aunque el Hospital San Martín estaba a pocas cuadras, lo llevaron herido al Hospital Gutiérrez, en la otra punta de la ciudad, según un testigo de la misma policía, “porque quedaba más lejos y podía morir en el camino”. Finalmente, murió al otro día como resultado del disparo recibido.
Seis años después, en diciembre de 2008, el Tribunal Penal I, integrado por los jueces por Samuel Saraví Paz, Patricia de la Serna y Guillemo Labombarda, absolvió a los ex oficiales a pesar de que la Fiscalía pidió en su alegato 20 años de condena y la AMB como particular damnificado prisión perpetua.
“La sentencia podría ser copia fiel de las declaraciones de ambos imputados. No fue más que el broche de oro de un modo de operar que se repite en todas las causas donde se investiga el accionar del personal policial: todos los casos en los que están involucrados oficiales de la fuerza son investigados por la misma policía. Desde el comienzo del caso se pone en marcha todo un sistema de complicidad que derivan en impunidad y ausencia de justicia”, concluyó Rosa Bru.