

Por: Nicolás Harispe
Luego de casi tres años de investigación, el fiscal Juan Menucci imputó y citó a prestar declaración a dos policías que se desempeñaban en la comisaría primera de Ensenada por los delitos de "severidades, vejaciones y/o apremios ilegales a personas privadas de libertad, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público, de conformidad con los artículos 54, 144 bis 3er. párrafo y 248 del Código Penal".
Con los elementos reunidos en la investigación a su disposición, el fiscal concluyó: “En el mes de julio del año 2020, en la seccional Ensenada Primera, más precisamente en el interior de la celda, y momentos en que el Sr. M.A. se encontraba allí detenido, una persona de sexo masculino -personal policial en funciones en dicha dependencia- le propinó golpes, le metió la cabeza en un balde agua y le volcó el mismo sobre su cuerpo. Y luego, en momentos en que el detenido se encontraba saliendo de la comisaría, una persona de sexo femenina -también personal policial en funciones en dicha dependencia- le bajó los pantalones, incumpliendo así ambos sus deberes de resguardar la integridad física de las personas detenidas bajo su custodia”.
El efectivo de la policía de Ensenada que tuvo tuvo el valor de denunciar las torturas, Leonardo Ruben Chavarrito declaró ante la justicia cómo comenzó su calvario: "Cuando llego estaba el Oficial de Policía Santiago Rodriguez con una manguera en el fondo de la Comisaría. Había un pibe sentado en una silla, esposado, todo mojado. Ahí me enojó le pregunte qué pasaba. Me dijo que le habían pegado y lo habían mojado dentro de los calabozos. Saliendo de la Comisaría, la Oficial Ayudante o Subayudante Segura Aletia, va y ella misma le baja los pantalones, casi en la calle de la comisaría".
Vale aclarar que el detenido estaba "mojado" por haber sufrido lo que se denomina "submarino" en referencia a apremios que consisten en hundir a la fuerza la cabeza de la víctima bajo al agua, hasta que (casi) pierda el conocimiento. Era usual durante la dictadura militar y sigue siendo practicado en muchas comisarías de todo el país. Un tema que pareciera no tener lugar en la agenda política y mediática.
Los abogados del damnificado, Damián Barbosa y Sebastián Bouvet, destacaron el avance en la investigación y remarcaron que esos hechos de violencia institucional ocurridos en la comisaría primera de Ensenada "no pueden quedar impunes, y lamentablemente nos remiten a las peores épocas y prácticas en nuestro país durante el período de la dictadura cívico militar".
También reivindicaron "la activa participación del Programa de Monitoreo Territorial de la Violencia Policial (Pro.Mo.Vi), de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM)".
Además, expresaron que el tiempo transcurrido desde los hechos de violencia policial denunciados hasta la imputación y la declaración de los efectivos policiales, "demuestra que sería necesario evaluar la implementación de una Fiscalía temática que aborde los casos de violencia institucional, debido a las particularidades que los mismos tienen".
En la noche del viernes, Info Blanco Sobre Negro entrevistó a uno de los letrados, Damián Barbosa, que mencionó que "lo característico o distintivo de este caso es que el testigo clave fue un policía en actividad que pudo ver parte del brutal accionar de sus compañeros, y que tuvo el valor de denunciarlos".
"Por supuesto que esa persona está siendo perseguida y marginada en su ámbito laboral. Ahora está sin destino asignado. Considero que este tipo de casos tendrían que ser tomados por las autoridades del Ministerio de Seguridad para que esos funcionarios ejemplares sean reconocidos y destacados por, ya que no abundan en la policía bonaerense".
Aunque la justicia ya se haya expresado a través del fallo favorable al policía Chavarrito las autoridades del Ministerio de Seguridad consultadas por este medio no quisieron responder preguntas sobre el caso.
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