domingo 13 de octubre de 2024 - Edición Nº -2139

Información General | 14 nov 2023

Con un peso de 750 kilogramos, La Plata tendrá el primer avión eléctrico de la Argentina

La aeronave será desarrollada en forma conjunta por profesionales de la Facultad de Ingeniería de la UNLP.


En los próximos días llegará a los talleres de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) el fuselaje del que será el primer avión eléctrico de la Argentina.

La aeronave será desarrollada en forma conjunta por profesionales de la mencionada unidad académica y Aviem Aeronáutica SRL, una empresa de General Rodríguez.

La unidad académica se encargará de colocar las baterías de litio para la propulsión eléctrica en el avión, que luego será sometido a vuelos de prueba en los talleres de la firma.

Según explicaron los responsables de Aviem, el vehículo estará habilitado en categoría experimental con un certificado de aeronavegabilidad para investigación y desarrollo. El peso de la aeronave es de 750 kilogramos, con una carga útil de 180 kilogramos, y podrá transportar hasta dos personas con una autonomía de vuelo de una hora.

El proyecto fue seleccionado para recibir financiamiento en el marco del Programa Potenciar Economía del Conocimiento, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. Entre sus objetivos está la obtención de un demostrador tecnológico que refleje las capacidades de la propulsión eléctrica, y que a su vez permita el desarrollo de los conocimientos para establecer las bases de certificación de aeronaves de propulsión eléctrica.

Asimismo, se busca adquirir experiencia en la selección y operación de los sistemas de propulsión eléctrica de aeronaves y potenciar la posibilidad de fabricar los componentes en el país.

El Programa Potenciar Satelital y Aeroespacial entregó $315 millones a 15 proyectos en los que sobresale la articulación entre el mundo académico y el productivo.

Al respecto, el gerente de Aviem, Ernesto Acerbo, recordó los inicios de este logro: “fui socio fundador del Proyecto Petrel S.A, cuando en el 2004 se comenzó con los ensayos para la certificación de este tipo de avión, que se obtuvieron recién en el 2008. Se trata de un proceso largo porque involucra a la Autoridad aeronáutica, que debe presenciar los ensayos”.

"Estos aviones con los que hicimos las pruebas son relativamente modernos, con motores que ya consumen la mitad del combustible de los motores tradicionales. Sucede que en el mundo hay muy poca normativa aeronáutica, y muchas de ellas aún se están escribiendo y se encuentran en constante evolución. En este momento estamos hablando de un avión que vuela una hora, que puede llevar a dos personas y que no puede pesar más de 750 kg. Entonces, con esos parámetros comenzamos el proyecto”, detalló el ingeniero.

 



"Una vez que se instalen las baterías de litio para el sistema de propulsión eléctrico, se viene un proceso de habilitación, porque se trata de un avión de categoría experimental, cuyo propósito es la investigación y el desarrollo. La idea es tener un vehículo probado para luego comenzar a evaluar las baterías que están en producción en Centro Tecnológico Aeroespacial de la UNLP, así como establecer las normas de certificación para aviones eléctricos”, manifestó, por su parte, el decano de Ingeniería, Marcos Actis.

La empresa Aviem Aeronáutica SRL ya instaló el fondo de batería, el motor y una vez que el fuselaje llegue la facultad, el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), realizará todo el coleccionado eléctrico y se llevarán a cabo todas las pruebas de consumo, rendimiento y todos los parámetros necesarios. Luego, el avión volverá a Aviem, donde se le agregarán las alas, y luego se llevará a cabo la fase de pruebas en vuelo.

Previo a la adjudicación del financiamiento por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, la UNLP venía trabajando en el estudio de un avión con características semejantes al AVIEM AV -100. En ese periodo se llegó a realizar análisis de la normativa que podría ser aplicada al desarrollo de este tipo de aviones con propulsión eléctrica, dado que hay pocas referencias a nivel internacional.

Sobre la base de estas normas (ASTM y otras emitidas por EASA, Autoridad de Aviación Europea) fundamentalmente se trabajó en el estudio de modificación preliminar de la estructura de la aeronave. Además, fue analizada la disponibilidad del equipamiento del sistema eléctrico adecuado para ser aplicado en el prototipo en base a las masas del avión, características de estabilidad, potencia requerida, etc.

“El avance continuo de las tecnologías de almacenamiento de iones de litio ha demostrado al mundo que es factible movilizar vehículos terrestres y aéreos puramente eléctricos. A su vez, los actuales motores Brushless (BLDC) de alta eficiencia, sin mantenimiento y bajo peso, nos dan mayor confiabilidad en este desafío”, agregó Actis.


 

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