En las últimas semanas, trabajadores de las distintas apps de reparto sufrieron robos con mayor frecuencia y violencia. El fenómeno se da en La Plata y también en las distintas localidades del Conurbano.  

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Lucas, repartidor de Rappi y miembro de la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR La Plata), aseguró: “Siempre sufrimos robos pero ahora estamos muchos más expuestos porque a la noche somos los únicos que andamos en la calle. Además vemos que son cada vez más violentos”.

“Lo que motivó que nos movilicemos fue que le pegaron un tiro a un repartidor, algo que se repitió hace pocos días. Se está poniendo muy pesada la mano. Somos un blanco fácil. Nos roban las motos y encima nos quedamos sin trabajo”, alertó.

Sobre los “recuperos”, operativos montados por los propios repartidores sin participación de la policía para rescatar motos robadas, Lucas comentó: “Son cada vez más frecuentes. En La Plata todavía no hubo ninguno, aunque está latente y es un tema que se habla. A principios de la pandemia hubo un intento en el barrio Monasterio pero no pudieron entrar porque los detuvo la policía”.

El miembro de ATR explicó que las víctimas de los robos conocen el paradero de sus motos porque algunos rodados cuentan con GPS, otros porque siguieron a los ladrones y también “hay casos de ladrones que publicaron las motos para venderlas por Facebook”.

“Los recuperos pueden salir bien o mal. Hubo un caso en el que salió mal porque los otros eran muchos, los golpearon y uno quedó en el camino. A ese lo mandaron al hospital y le prendieron fuego la moto”, describió el trabajador de Rappi.

“Desde nuestra agrupación no fomentamos los recuperos porque son peligrosos. Puede pensarse como una organización de trabajadores para pelar por derecho pero el problema es que suelen terminar con más violencia, con videos y linchamientos, algo que no acompañamos”, aseguró.

Sobre la posibilidad de que este fenómeno llegue a La Plata, expresó: “Es algo que está muy presente, sucede en cada vez más seguido y seguramente habrá alguno en nuestra ciudad como pasó con los linchamientos”.

Lucas señaló que desde su agrupación consideran que las empresas deberían hacerse cargo del pago de un seguro porque “claramente la moto y el celular son herramientas laborales”.

“La gran mayoría de los robos suceden durante la jornada laboral. La empresa podría gestionar un seguro especial que responda más rápido, porque habitualmente tardan varios meses y cubra también el celular y la mochila”, subrayó.