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Las ventajas de elegir a las motos como principal medio de movilidad motorizada son varias: hay diferencias de precios con los autos, son más prácticas, permiten ahorrar tiempo, combustible, son mucho más fáciles de estacionar e incluso los seguros para motos son más económicos.

Una vez hecha la inversión, las motos no requieren demasiados gastos de mantenimiento. Necesitan el mínimo consumo de gasolina y los repuestos son más económicos respecto de los autos. Con los seguros para motos ocurre lo mismo: si bien son obligatorios, los precios son más convenientes en comparación a los vehículos de cuatro ruedas y hay una gran variedad para elegir. Pero ¿cómo optar por el indicado? A continuación, una lista de aspectos a tener en cuenta para contratar el servicio ideal para una moto.

El seguro, una obligación

En primer lugar, es importante aclarar que los seguros de responsabilidad civil para terceros transportados y no transportados son obligatorios, según lo establece la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449. En caso de circular sin póliza, las consecuencias pueden ser muy graves, desde multas hasta la inhabilitación para conducir. Existe un seguro básico e indispensable, pero las distintas empresas ofrecen más servicios que pueden ser muy útiles, de acuerdo al uso que se le dé a la moto.

Frecuencia de uso

Una cuestión que hay que considerar antes de adquirir un seguro e incluso antes de invertir en una moto es por dónde se va a andar y cuál va a ser la utilidad que se le dé al vehículo. No es lo mismo manejarse por zonas rurales que por la ciudad, como tampoco usarla para desplazarse con mucha frecuencia, para pasear de vez en cuando o realizar un deporte.

Si el objetivo es usar la moto todos los días, entonces un seguro más completo será ideal. Como dice el dicho, es mejor prevenir, que curar y aunque pensemos que nada nos puede suceder, es importante tener en cuenta que por más nueva que sea la moto, pueden surgir imprevistos. Ante la duda, lo mejor es invertir en un buen seguro.

 ¿Para qué se va a usar?

Este factor es determinante a la hora de contratar seguros para motos. Usar el vehículo como medio de transporte principal o como medio de trabajo implica muchos más riesgos para el conductor y una mayor exposición del vehículo.

En estos casos resulta clave tener una cobertura completa, que pueda responder ante la necesidad de un remolque o asistencia mecánica, daños por accidente o robos.

¿Qué tipo de moto es?

Antes que nada, es interesante destacar que sea cual sea la moto, comprarla es una decisión que lleva tiempo y algunos meses (y hasta años) de ahorros, por lo tanto saber que está protegida es una tranquilidad.

Hay distintos tipos de motos: scooters, de competición, motocross, todoterreno, deportivas, etc. Y sus precios varían según la marca, la potencia, el diseño, el motor y las ruedas, entre otras cuestiones. Más allá de su uso, es importante considerar cuánto se invirtió en el vehículo a la hora de elegir un seguro.

¿A dónde se va a guardar?

Una de las cuestiones que no se suele tener en cuenta al momento de adquirir seguros para motos y es fundamental, es a dónde se la dejará tanto de día como de noche.  ¿En un estacionamiento? ¿En la calle? ¿En un garaje? ¿A la intemperie?

Es primordial tener en cuenta que dejar la moto en la calle implica exponerse no sólo a las distintas temperaturas e inclemencias del clima, sino a los robos o daños ocasionados por terceros.

Es difícil pensar que algo malo puede llegar a suceder, pero dedicar un abono mensual a un seguro es una inversión a futuro. Además, significa una tranquilidad no solo para para quien maneje el vehículo, sino para quienes viajen con esa persona.