martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 23 sep 2018

Ni siquiera fueron convocados a paritarias

"Si paráramos todo el Hospital habría gente que moriría": en el Rossi atienden a pacientes en la calle

Falta de insumos, salarios semicongelados, carencias de todo tipo, y fundamentalmente la decisión política de la administración bonaerense de negar el derecho de los profesionales de la salud a discutir en paritarias, son las causas principales de la protesta que prepara la CICOP. Entrevistamos a un médico que describió una encrucijada a la que se enfrentan.


Un médico de cualquier especialidad estudia, en total, más de diez años. Si su objetivo es acumular bienes materiales, es decir, ganar dinero, tiene muchas mejores opciones que ir a trabajar a un hospital público.

Sobre todo en este momento, en el que los salarios recibieron una “actualización” o “mejora” de tan sólo el 11 por ciento. Migajas, y por decreto , dado que las negociaciones paritarias en la provincia de Buenos Aires parecen estar destinadas sólo a aquellos sectores del Estado en donde los trabajadores pueden afectar el funcionamiento de las áreas que preocupan en serio a la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal.

“Hemos reclamado tanto de la manera tradicional, es decir, parando algunas áreas del Hospital, que la gente a veces llega y dice con resignación ’ah, hay paro, dame otro turno’”, contó en diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO Manuel De Battista, médico del Rossi y dirigente de la CICOP.

Por eso, esta vez el reclamo tendrá una forma poco tradicional: emplazarán unos gazebos y atenderán a los pacientes en la puerta del edificio. “En principio haremos controles de salud y atenderemos consultas de rutina”, aclaró De Battista. No obstante, el profesional comentó que en la mañana del lunes intentarán desplazar aparatología compleja para realizar también “algunos estudios”.

“La particularidad de nuestra situación es que no fuimos convocados a paritarias, la Gobernadora decretó un aumento del 11 por ciento, y con este nivel inflacionario ya quedan cada vez menos médicos que puedan aguantar la caída de sus salarios”, añadió el miembro de la CICOP.

Las opciones que tienen los profesionales de la salud para obtener ingresos más cuantiosos son conocidos por todos: realizar guardias en efectores privados, o atender en forma particular, por ejemplo. “Y encima, para las guardias, o para otros trabajos mejor remunerados que los nuestros ni siquiera hace falta estudiar una especialización”, remarcó el entrevistado, en referencia a la paradoja que genera esta situación.

“Pero en la salud pública los problemas son de más alcance que los salariales”, apuntó De Battista, para dejar en claro, una vez más, que “no hay inversión del Estado en Salud”, y que “la devaluación causó un golpe directo a la capacidad de los hospitales para adquirir insumos, que tienen precio dólar porque son importados”.

Y agregó: “Por eso los pedidos que hacemos de elementos básicos vienen rechazados desde el Ministerio”.

“Pero no reclamamos solamente por nuestros salarios. Nuestra preocupación es la salud pública en general, que es un derecho fundamental para toda la población. La eliminación de la la vacuna contra el meningococo contemplada en el Calendario Nacional , para citar sólo un ejemplo, es una prueba de que al gobierno no le importa sostener la atención primaria de la población. Por eso reclamamos también inversión en infraestructura y políticas dirigidas a garantizar el acceso a la Salud para los sectores más pobres, que son los que usan los hospitales del Estado”, añadió De Battista.

Si un médico del Rossi trabaja unas 36 horas semanales, luego de haber estudiado la carrera de grado y haberse especializado durante algunos años, cobra un sueldo de bolsillo de 23 mil pesos. Tiene los pies apoyados, casi, sobre la línea de la pobreza. Esto ocurre aquí, en la Argentina, ejemplo en todo el mundo de desarrollo en el campo de la medicina, y con una tradición ejemplar en en lo que tiene que ver con el sistema público de salud , por su calidad y por su extensión.

Pero a las autoridades bonaerenses, una huelga de quienes atienden a los más pobres de la pirámide social, o previenen sus enfermedades, no les hace perder los nervios.

El gobierno de la Provincia escucha con cuidado los reclamos de los trabajadores que afectan los ejes principales de la administración encabezada por María Eugenia Vidal. Y tampoco tanto. Pero es claro que Salud y Educación no están entre las prioridades del oficialismo, por las evidentes carencias en infraestructura y el bajo nivel de las remuneraciones de los trabajadores de ambos sectores.

La salud pública, en la lógica que prevalece en el sistema de preferencias para asignar presupuesto del Estado provincial, claramente es lo que menos preocupa en Casa de Gobierno.

Esto último ni siquiera es discutible , los números que se repiten años tras año dan cuenta de ello. Son datos duros. Y vale aclararlo, tampoco es un invento de Cambiemos, sino que este gobierno profundizó gravemente, y en un marco general de declive, lo que venía sucediendo desde mucho antes.

La encrucijada a la que se enfrentan los integrantes de la CICOP, en este contexto, es encontrar una manera de ser escuchados pero cuidando el bienestar de los pacientes. “Si fuéramos parte del Ministerio de Seguridad, o de la agencia de recaudación (ARBA), nuestros paros llamarían la atención de la Gobernadora. Pero si algún día resolviéramos cerrar completamente el Hospital habría gente que moriría. Es una encrucijada difícil de resolver. Por eso nosotros tratamos de involucrar a la comunidad y trasladar nuestro reclamo a la calle, para visibilizarlo y no renunciar a nuestra vocación más importante, que es ejercer nuestra profesión en el hospital públicp”, completó el médico entrevistado por este portal.

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