viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº -1941

Información General | 28 sep 2020

Aparentemente quiere envenenar a los animales

Un asesino desparrama veneno en una zona de Ringuelet, y temen por los niños que juegan en la calle

Niños y niñas que buscan comida conviven con veneno para mascotas que arroja algún desquiciado de la zona. Nadie hace nada.




Desde hace 7 años los vecinos de una zona de Ringuelet denuncian la aparición de animales envenenados. A la preocupación inicial que comenzó tras el hallazgo de perros y gatos muertos, con el correr del tiempo se sumó el miedo a que aparezcan sin vida niños o niñas que juegan en las calles del barrio. Incluso hace poco detectaron una trozo de carne arrojada con una sustancia que podría ser estricnina.

Tanta incapacidad para detectar al loco que envenena puede costarle la vida a alguna criatura de las tantas que recorren la zona buscando alimento ante la crisis económica.

Pero además las quejas vecinales desnudaron una profunda incapacidad del estado para atender las demandas mínimas: desde la primer denuncia hasta ahora se desarrolló una enmarañada trama en la que quedó en blanco sobre negro la falta de acceso a la justicia que sufre la población, la burocracia del estado y el desamparo de quien se preocupa por los intereses de la comunidad desinteresadamente.



La zona más afectada por el desconocido envenenador de Ringuelet es la que está ubicada en los alrededores de 7 y 520, el centro neurálgico de esa localidad.

Dado que la estricnina mata a un animal de 30 kilos al instante, los efectos que podría producir en un ser humano son impredecibles, sobre todo entre los más chiquitos. Por allí deambulan decenas cada día buscando qué comer, un peligro sobre el que los vecinos del lugar hablan a viva voz. Ni el municipio ni la policía dieron respuestas hasta ahora.



Pese a que ya hay radicada una denuncia penal que se tramita en la justicia , y aunque aparecieron decenas de animales muertos, la policía no logró hasta el momento detectar quién es el hombre o la mujer que de noche y al amparo de la falta de luminaria desparrama el veneno.

Además en el lugar hay pocas cámaras de seguridad del municipio, y las que están ubicadas en domicilios particulares no fueron peritadas por ningún organismo, es decir, ni la fiscalía que interviene ni la Municipalidad. No se trata sólo de un problema para los animales, es un problema de salud pública porque cuando algún chiquito coma veneno no van a alcanzar los lamentos de los funcionarios", advirtió Daniel Ferrari.

La semana pasada Ferrari acompañó al concejal Ariel Archanco, que se acercó a dialogar sobre este tema con los vecinos. "Agradecemos el apoyo del concejal, y reconocemos el valor de que se acerque a dialogar con nosotros sobre este problema. Pero los que nos tienen que brindar alguna respuesta son las autoridades de la secretaría de seguridad municipal, o la justicia. Nadie nos escucha, y después va a ser muy tarde para llorar alguna víctima", señaló.



Un diálogo de sordos

"A principios de septiembre fui a los tribunales de calle 7 entre 56 y 57 a hacer la denuncia ", contó a INFO BLANCO SOBRE NEGRO una vecina del barrio.

Y siguió narrando: "Allí me atendió en la puerta una mujer de la policía bonaerense, que me dijo que fuera a presentarla a la DDI (Dirección Distrital de Investigaciones) de La Plata, que está en calle 12 y 61. Cuando llegué a ese lugar un oficial me dijo que volviera a la fiscalía de calle 7. Pero cuando fui me volvieron a aconsejar que volviera a la DDI. Entonces reaccioné y les expliqué que me estaban enviando de un lado a otro sin ningún criterio. Como solución, una agente policial me aconsejó que enviara un mail contando el caso. Una vergüenza. Al final me presenté con un abogado en la comisaría de Tolosa".

"Después quisimos ir con más vecinos a ampliar la denuncia y me mandaron de nuevo a la comisaria, y de ahí a la fiscalía, y de la fiscalía a la comisaria, pero en ningún lado obtuve alguna respuesta", agregó.

La vecina contó a este medio que necesitaba que le autorizaran en la justicia una necropsia que estaba planificada para una mascota hallada muerta, y para eso necesitaba la denuncia.

Una dato increíble: para preservar al animal esa vecina tuvo que guardarlo en el freezer que utiliza en su vivienda particular.

Además, en una recorrida por la zona, INFO BLANCO SOBRE NEGRO escuchó otros testimonios que señalaban lo mismo. Incluso un hombre mayor dijo que en casas del barrio hay cámaras de seguridad que podrían aportar datos que sirvan para atrapar al envenenador, pero que ni la policía ni la fiscalía toman la denuncia con responsabilidad. No es un problema para las mascotas solamente, ya lo señalamos al principio de esta nota.

Corren riesgo vidas humanas, no sólo la de los animales. ¿Qué más haría falta para que la Municipalidad de La Plata y/o la justicia y/o la policía tomen cartas en el asunto?







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