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Información General | 9 dic 2020

La carne, cada vez más cara

Una carnicería de La Plata tiene el kilo de asado a 340 pesos y su dueño dice que el programa de cortes baratos es “un engaño”

El precio de la carne no tiene techo. El propietario de una carnicería conocida por sus bajos precios opinó sobre esta situación.



En las últimas semanas se aceleró la suba de precio de la carne. El gobierno anunció un acuerdo con los frigoríficos para ofrecer algunos cortes a precios populares. “La carne de vaca que no exportan a China se la enchufarán a los argentinos”, aseguró el propietario de una conocida carnicería de La Plata.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, Juan Carlos Marchan, propietario de la carnicería ubicada en Avenida 60 entre 8 y 9 conocida por sus bajos precios, contó: “Hoy la carne volvió a aumentar, recién vuelvo del frigorífico. Lo que sucedió en las últimas tres semanas es una locura, el precio de la media res aumentó entre un 35% y un 40%”.

Sobre el acuerdo con los frigoríficos exportadores para ofrecer asado, matambre y vacío un 40% más barato antes de las fiestas de fin de año, el comerciante señaló: “Es un engaño a la gente, ya lo hicieron muchas veces. Lo van a largar la anteúltima semana de diciembre”.

“Los precios oficiales para vacío, asado y matambre en realidad los van cubrir con vaca, la carne que no exportan a China se la enchufarán a los argentinos. Además será limitado. Ya me ofrecieron ser una boca de expendio para este programa pero dije que no, porque yo vendo carne buena que se puede comer”, agregó.

Sobre la causa de los aumentos, expresó: “Estamos compitiendo con el exterior. Nadie pensaba que una vaca en la ganchera carnicería costaría 290 pesos el kilo. Hace 90 estábamos pagando 140 pesos”, y agregó: “Los frigoríficos están ganando muchísima plata. Están mandando todo a China”.

Marchan ofrece el kilo de asado a 340 pesos, el vacío a 380 pesos y el matambre a 420 pesos. En la mayoría de las carnicerías de La Plata los precios son, al menos, un 30% más caro.

“Yo pago todo los impuestos pero pienso que todos los vecinos tienen derecho a tener un pedazo de carne en el plato. Me aprieto el cinturón y sigo, cuando no pueda más, indemnizaré a mis empleados y bajaré la persiana. Ya lo hice una vez cuando los frigoríficos me ejecutaron y no me querían dar carne”, aseguró.

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