

La víctima tenía miedo de respaldar públicamente al Hogar donde recibió protección tras los ataques de su exmarido. Es lógico: el perverso que la torturó reiteradamente fue liberado en septiembre de este año y anda suelto.
Son cosas que la nueva “Secretaria de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género” (ese es el cargo que le dio el intendente Julio Garro a Carolina Píparo) debería tener en cuenta.
¿Cuál es, sino la protección de las víctimas de la violencia machista, lo que debería importarle más a la funcionaria?
El Hogar María Pueblo cuenta con el reconocimiento de toda la comunidad platense y es conocido en todo el país. Ahí quiere cortar gastos la gestión de Garro.
El planteo de muchos referentes vinculados a la lucha por los Derechos Humanos y de organizaciones feministas es: ¿si el municipio no tiene fondos para mujeres refugiadas para salvar sus propias vidas, por sí tenía en la campaña electoral?
Y queda la pregunta que planteó en su momento la concejal Florencia Rollié: ¿en qué se fueron los 5 millones de publicidad que la MLP pagó a canales de televisión porteños para que Garro hiciera proselitismo?
Y otra: ¿Por qué las autoridades comunales no explican las causas por las que subejecutan las partidas destinadas a políticas vinculadas a la defensa de las víctimas de violencia de género? Es decir: fondos hay, sólo hay que destinarlos a quienes los necesitan.
“A mí me salvó la vida”, cuenta Susana Gómez, obviamente en referencia a Casa María Pueblo, no al intendente platense ni a su funcionaria del área.
Estas notas sobre el caso fueron publicadas en Info BLANCO SOBRE NEGRO