Vareadores en las calles; peones limpiando studs y otros barriendo las veredas; camionetas descargando bolsas de avena y fardos de alfalfa; caballos de pelajes rutilantes, cuan si fueran modelos en pasarelas, entrando y saliendo de las distintas caballerizas; veterinarias; casas antiguas convertidas en bodegones o centros culturales; y un aroma intenso de aserrín envolvente, son algunas de las características peculiares del barrio Hipódromo.

Erigido en torno al circo hípico inaugurado en 1884, el barrio, ubicado en el rectángulo formado por las calles 1, 120, 32 y 44, ha logrado mantenerse indemne frente al avance de la construcción masiva de edificios modernos, preservando su fachada de casas bajas y antiguas, rodeada por studs y caballerizas.

Sin embargo, en los últimos años, y como consecuencia de las usurpaciones de algunos studs abandonados, el lugar comenzó a perder paulatinamente la excelsa parsimonia, que ostentaba desde su período fundacional.

Frente a ese umbrío contexto, los vecinos hicieron reuniones, recolectaron firmas pidiendo más patrullaje policial y recurrieron afanosamente a las fiscalías, a control urbano, y a las autoridades municipales con el propósito de visibilizar la problemática de la inseguridad, evitando el envilecimiento de la tradicional zona.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el padre Marcelo Cerniato, Párroco de San Antonio de Padua, relató los robos que sufrió en los últimos meses en el templo y en el colegio que dirige: “Fuimos víctimas de cuatro robos: ingresaron al templo, a la secretaría parroquial y a la oficina administrativa del colegio”, precisó el prelado, que hace 15 años está al frente de la iglesia ubicada en diagonal 80 entre 39 y 40.

¿Qué le robaron en cada uno de los asaltos?

Cuando ingresaron al tempo, además de romper las puertas se llevaron una imagen grande de la Virgen de Luján y micrófonos que teníamos en la iglesia. En el asalto al colegio robaron el kiosco y provocaron destrozos en una de las aulas. También, incendiaron la oficina administrativa de la escuela primaria. También sustrajeron una notebook y una netbook a dos estudiantes discapacitados.

¿Y en la secretaría parroquial qué se llevaron?

Se robaron una notebook, que con tanto esfuerzo habíamos adquirido. Pero vuelvo a reiterar: no es algo que nos ocurrió a nosotros solamente. Esta inseguridad está afectando a distintos vecinos del lugar.

El hipódromo: una carrera contra la inseguridad

Finalizada parte de la Villa Hípica en el Hipódromo de La Plata, varios “burreros” desertaron de sus studs, se mudaron a las nuevas instalaciones, y dejaron vacíos los antiguos boxes y casonas.

Con el correr de los meses, algunos de los sitios abandonados fueron usurpados por algunas familias, lo que generó un creciente malestar entre los vecinos.

Organizados en asambleas, centenares de residentes del Barrio Hipódromo, se manifestaron contra los incipientes “aguantaderos”- como los llamaron en varias oportunidades-, que motivaron la intervención judicial y policial.

“En los últimos años, el barrio dejó de escuchar continuamente el trote de los caballos, para oír constantemente las sirenas de los patrulleros”, confesó a Info BLANCO SOBRE NEGRO un vecino del lugar, preocupado por la inseguridad y la paranoia con que se vive.

“La tranquilidad del barrio se ha ido perdiendo por los sucesivos robos en la zona”, declara en el mismo sentido el padre Marcelo Cerniato, que está organizando una colecta entre los fieles para comprar una imagen grande de la Virgen de Lujan, similar a la que robaron días pasados.

¿Realizaron las denuncias correspondientes?

_ Se radicaron en la Comisaría Segunda. Los efectivos quedaron en investigar los hechos, analizando las cámaras de seguridad del barrio._

¿Reforzaron las medidas de seguridad en el templo y en el colegio?

Exactamente. Además, hemos realizado algunas reuniones con los padres de los estudiantes del colegio para analizar cómo enfrentamos juntos este flagelo. Al establecimiento concurren más de 700 jóvenes y todos estamos preocupados.