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El nacimiento del nuevo integrante del Bioparque se produjo en un grupo de 12 ejemplares Dicotyles tajacu (nombre científico de la especie), compuesto por cinco machos, cinco hembras y dos juveniles.

El pecarí de collar posee pelaje de cerdas duras castaño-negruzcas y una mancha blanca que se asemeja a un collar. Presenta una altura de medio metro en la cruz y una longitud de 70 a 110 centímetros.

“La cría se encuentra en buen estado de salud y es un gran aporte para contrarrestar la pérdida de biodiversidad”, destacó el secretario de Espacios Públicos municipal, José Etchart.

Y agregó: “Desde el Municipio celebramos este nacimiento, como todos los que se producen en el Bioparque, porque nos dan la posibilidad de que puedan participar en futuros proyectos de conservación, como lo han hecho anteriormente otros ejemplares”.

Naturalmente, el pecarí de collar se distribuye desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina.

Habita en los montes xerófilos y desérticos, pastizales tropicales y subtropicales, montes bajos, sabanas y pastizales inundados, bosques de hojas anchas tropicales y subtropicales, entre otros hábitats.

Es un animal diurno que vive en grupos de 1 a 20 miembros. Duerme por la noche en madrigueras o bajo las raíces de los árboles. Se alimenta de frutos, tubérculos, pasto e invertebrados y puede reproducirse al año y medio de edad.