Entre las enfermedades mentales, existe una que ha picado en punta y se ha instalado entre las más comunes: la ansiedad. Sus consecuencias pueden afectar el desempeño, bienestar y la vida diaria de las personas, exponiéndolas a una situación de frustración constante. En los últimos años, la búsqueda de soluciones para detener o disminuir su impacto es cada vez mayor y una de esas respuestas ha sido el cannabis medicinal.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad puede tener un impacto significativo en nuestro cuerpo y bienestar caracterizado por tensión muscular, dolores de cabeza y cuello, rigidez, migrañas y dificultades para dormir y descansar. También se puede  experimentar dificultad para respirar, dolor en el pecho y palpitaciones irregulares.

El CBD puede ser útil para disminuir las sensaciones y dolores crónicos causados por esta enfermedad. Sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias pueden ayudar a reducir la tensión muscular, aliviar los dolores de cabeza y reducir los síntomas físicos. Además, el CBD puede tener un efecto calmante y relajante en el sistema nervioso, contribuyendo a disminuir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.

Los efectos de la marihuana sobre este tipo de enfermedades mentales son reales y están comprobados en su mayoría, es por eso que en muchos países aún se pelea con tanta fuerza por la legalización de su uso ilegal. Si cada persona pudiera acceder a semillas de cannabis para cultivar su propia planta, se podría enseñar cómo extraer el cannabidiol necesario para tratar estas afecciones. Por supuesto siempre bajo la mirada de un profesional.

¿Qué ocurre en el cuerpo?

Cuando tenemos miedo, los órganos sensoriales perciben algo y esa información se transmite al cerebro. A continuación, la corteza cerebral interpreta la información, teniendo en cuenta las experiencias anteriores, y la diagnostica como una amenaza para la vida. La información se envía al sistema límbico, encargado de controlar diversas funciones de la memoria. Una de ella: las emociones.

Las reacciones de miedo son desencadenadas por el hipotálamo, brindándole a la médula suprarrenal la señal de liberar diversas sustancias como la adrenalina, la cortisona, el cortisol y las hormonas del estrés. Inmediatamente, se produce la activación automática de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, siendo el primero el responsable de desencadenar los síntomas de ansiedad y pánico. Una vez que este proceso se ha completado, nuestro cuerpo comenzará a sentir: latidos acelerados del corazón, respiración más rápida, temperatura corporal en aumento y pupilas dilatadas, desconexión con el deseo de comer, orinar, defecar y el impulso sexual.

Remedio natural: CBD para la ansiedad 

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El CBD, o cannabidiol, es un compuesto no psicoactivo presente en la planta de cannabis, que tiene efectos preventivos y neuroprotectores que pueden reducir el estrés y la ansiedad, ya sea puntual o crónica. Existen estudios que afirman que el uso del CBD mejora los parámetros de sueño alrededor de un 66%, y los de la ansiedad, un 79%. 

El CBD regula y estimula funciones como la percepción sensorial, las funciones cognitivas, el humor, la memoria, y brinda un efecto relajante tanto para el cuerpo como para la mente. Actúa como ansiolítico y antidepresivo, mejorando el estado anímico y permitiendo recuperar el bienestar personal. 

Si estás considerando utilizar CBD para reducir la ansiedad, estos son algunos consejos importantes que deberías tener en cuenta previamente:

Elige productos de calidad: asegúrate de seleccionar productos de CBD de alta calidad. Como cualquier remedio natural, es importante saber que lo que estamos ingiriendo no será nocivo para nuestro cuerpo ni para nuestra salud.

Dosificación adecuada: lo fundamental es comenzar con una dosis baja de CBD e ir aumentando gradualmente según la necesidad hasta encontrar la dosis óptima que funcione para ti. Nunca dudes en consultar a un profesional si lo crees necesario.

Formas de consumo: existen diversas formas de consumir CBD. Las más conocidas son aceites, cápsulas, comestibles o vaporización. Cada método tiene ventajas específicas, la clave es elegir el que mejor se adapte a tus preferencias y necesidades.

Consistencia y tiempo: el CBD no brinda resultados inmediatos y, para obtener beneficios a largo plazo, deberás ser consistente con su consumo. Dale tiempo al cuerpo para que se adapte y observa cómo te vas sintiendo con el correr del tiempo.

Combinación con otras técnicas: el CBD puede complementarse con otras técnicas de manejo de la ansiedad, como la terapia cognitivo-conductual, el ejercicio regular o la meditación. 

¿Qué tan relajante es el CBD?

 
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El CBD ha demostrado ser altamente relajante. Su capacidad para interactuar con los receptores de serotonina en el cerebro promueve una sensación de calma y bienestar general que es de gran ayuda en muchas personas que lo han probado, sintiéndose más tranquilas, relajadas y en equilibrio emocional después de consumirlo.

Una de las ventajas del CBD es que no produce efectos psicoactivos. Esto significa que no altera el estado mental, sino que actúa de manera suave y natural para promover la relajación sin comprometer la claridad ni afectar las funciones cognitivas.

El CBD también puede ayudar a reducir la tensión muscular y promover la relajación física, ayudando a aliviar la rigidez y la tensión muscular y permitiéndole a las personas relajarse más profundamente. Aquí es donde es importante destacar que poder contar legalmente con semillas de marihuana ayudaría a muchísimas personas a acceder a este tratamiento.

¿Cuánto dura el efecto del CBD?

La duración del efecto del CBD depende de varios factores, como la dosis, la forma de consumo y la respuesta bioquímica de cada individuo. Por lo general, pueden durar entre 2 y 6 horas, pero esta no es una regla exacta y tendrá que ver con cada persona.

Además, el CBD puede permanecer en el sistema durante un período más prolongado de tiempo que el efecto en sí. Pueden transcurrir varios días antes de que se elimine completamente del organismo luego de ingerirlo.

Es importante tener en cuenta estos factores al planificar el uso del CBD para asegurarse de obtener los efectos deseados. Recuerda que cada persona puede ajustar la dosis y el momento de consumo para adaptarlo a sus necesidades y lograr el máximo beneficio.

Recuerda que el CBD no es una solución mágica y, como todo tratamiento medicinal, requiere de tiempo. Antes de iniciar cualquier método o proceso, siempre es aconsejable hablar con un profesional de la salud.