Por: Federico García

El pentecostalismo es un movimiento evangélico de iglesias que recalcan la doctrina del bautismo en el Espíritu Santo, cuya manifestación contemporánea se catalizó a partir del llamado Avivamiento de la Calle Azusa dirigido por el pastor afroamericano William J. Seymour en una Iglesia Metodista Episcopal Africana de Los Ángeles, California, en 1906.

En la localidad de González Catán, Partido de La Matanza, tiene un comedor la pastora y obispa de la Iglesia Pentecostal Dimensión de Fe (fundada el 10 de diciembre de 1079) Gabriela Guerreros.

En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, resaltó la idea de “movimiento” para hablar del evangelismo, donde "hay sectores progresistas y otros más conservadores", aunque “el evangelismo pentecostal es la rama más popular de la reforma protestante”, agregó.

Defensora de la posibilidad de “elegir sobre el cuerpo de uno”, Guerreros comenzó a involucrarse en el mundo religioso entre los 17 y 18 años, cuando ayudaba a su madre en el mencionado comedor, aunque desde muy chica acompañaba a sus padres a la Asociación La Iglesia de Dios, ubicada en Mataderos, Capital Federal.

“En la década del ‘90, donde ahora está el comedor, eran tierras tomadas, mayormente, y nuestro objetivo eran las niñeces, aunque también atendíamos a los adultos”, recordó la pastora, y destacó que para ella “la espiritualidad va de la mano de la tarea social”.

Más tarde, se sumó al Seminario de la Iglesia Pentecostal Dimensión de Fe, donde "mayormente se anotaban hombres”.

Allí trabajó con adolescentes y más tarde con los pueblos originarios. Luego, tras un período de permanecer alejada de ese ámbito, inició una “carpeta de ordenación”, lo que sería el Ministerio para los protestantes y el Sacerdocio para los católicos.

 

 

 

“Fui la primera mujer, y en concubinato, que se presentó”, recordó Guerreros, que obtuvo su ordenación en el año 2004.

A partir de allí empezó a trabajar como pastora en la Iglesia de Dios de Mataderos hasta el 2009, donde acompañó a la comunidad migrante, en especial “a las hermanas peruanas que vivían en una clínica abandonada”.

“En el 2009 las acompañamos en el proceso de desalojo que les habían iniciado”, resaltó, motivo por el cual las autoridades de su Iglesia la acusaron de “hacer política”.

Finalmente, estas últimas terminaron desalojando de su lugar en Mataderos a la Iglesia de Dios, que pasó a estar a pocas cuadras de allí.

“La institución venía teniendo, en ese momento, un viraje conservador, y estaban vendiendo templos”, contextualizó Guerrero.

“No obstante, seguimos siendo Comunidad Pentecostal Dimensión de Fe y abrimos la Casa Pentecostal Ecuménica, también en Mataderos”, añadió, y destacó que decidieron profundizar en temas como el matrimonio igualitario y el derecho a decidir. “No solo aceptamos, sino que afirmamos la posibilidad de elegir”, recalcó la religiosa.

Pero no se quedaron en Argentina, sino que, junto a pentecostales de otros países latinoamericanos, fundaron la Iglesia Antigua de las Américas, “que afirma que el amor a Dios no hace excepción de personas ni de géneros ni de clases”. Fue allí que Guerreros se postuló para ser Obispa, cargo que asumió durante una celebración en Bogotá en el año 2023.

“Buscamos nuevas herramientas frente a los dogmatismos religiosos”, indicó la referente religiosa, que además de un comedor, al que van entre 450 y 500 personas, administra un Plan Fines y una radio en el barrio de Almagro de Capital Federal.

Por último, este medio le consultó por su posición a favor del aborto y sostuvo que si bien “al principio no se entiende” su fe, “no tiene nada que ver con meterse con el cuerpo de otras personas”.

“Uno puede tomar una posición sobre el aborto, pero no someter al otro, eso es terriblemente evangélico, habla del amor al prójimo”, añadió.

En tanto, con respecto al feminismo, Guerrero señaló que la primera incursión de su comunidad fue en el Encuentro de Mujeres, “al principio tímidamente y luego con la mística propia”.