De acuerdo a los últimos datos del INDEC, en el aglomerado Gran La Plata la desocupación alcanzó en el primer trimestre del 2024 a 39.000 personas, un 8,2 por ciento de la población económicamente activa, valores superiores al 7,1 del primer trimestre del 2023 y al 5,6 del cuarto trimestre de dicho año. 

La situación es aún más alarmante si se suma la población ocupada que demanda empleo, que asciende en este primer trimestre a 83.000  personas, un 17,4 por ciento de la población económicamente activa (4,2 puntos más que en el primer trimestre de 2023, y 2,9 puntos respecto al último trimestre).

En ese marco, el Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) presentó este martes un informe sobre la situación de los comedores, merenderos y ollas populares en el Partido.

En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, la titular del Consejo, Inés Iglesias, destacó que la muestra contempló 73 lugares, sobre los 524 que tiene registrados.

No obstante, el trabajo no estuvo exento de complejidades. Según Iglesias, del total de espacios en los que se había pensado para hacer el relevamiento, unos 21 dejaron de funcionar y siete cerraron en el periodo de las entrevistas por falta de alimentos. Finalmente, 45 pudieron ser entrevistados

"El objetivo era relevar la diversidad de espacios comunitarios que hay en el territorio", agregó la funcionaria, y adelantó que el próximo paso es trabajar las problemáticas encontradas. 

Con respecto al trabajo dentro del Consejo, Iglesias resaltó que se reúnen cada "uno o dos meses" y está conformado por el Estado comunal, el Provincial, facultades y colegios de la UNLP, representantes de la UTN y la UCALP, y organizaciones sociales.

Informe sobre los comedores

Casi la totalidad de estos espacios están ubicados en barrios populares, es decir "territorios densamente poblados que registran problemáticas significativas en relación con las condiciones socioeconómicas, sin acceso regular a dos o más servicios básicos (red de agua corriente, red de energía eléctrica con medidor domiciliario y/o red cloacal)".

Los mismos se encuentran distribuidos principalmente en las localidades de Melchor Romero y Villa Elvira, que junto con Los Hornos nuclean casi el 50 por ciento de los espacios relevados.

En su gran mayoría se trata de ollas, merenderos y copas de leche surgidas en los últimos años: más de la mitad (55 por ciento) fueron creadas a partir de 2015, más de un tercio (38 por ciento) entre 2001 y 2014 y las restantes en el periodo previo al 2001.

En cuanto al volumen de población asistida, la muestra relevada da cuenta de un predominio de espacios a los que asisten entre 100 y 200 personas regularmente (más del 40 por ciento del total relevado ofrecen servicio a esta cantidad de personas), siendo algo menor la proporción de merenderos, comedores y ollas que asisten a menor o mayor cantidad de personas.

 

 

Respecto a los grupos de edad de la población atendida, predominan los espacios que atienden principalmente a niños, niñas y adolescentes (78 por ciento), seguido por los que asisten principalmente a adultos de 30 a 50 años (19 por ciento) y con menor presencia de los que asisten principalmente a jóvenes de 18 a 29 años (menos del 5 por ciento), no registrándose lugares en los que la mayor parte de las personas que asisten sean adultos mayores.

En cuanto a las edades, la encuesta se propuso también relevar cambios con respecto a 2023 en la composición de los grupos que asisten a los comedores, registrándose importantes aumentos para todos los grupos, sobre todo niños, niñas y adolescentes de hasta 17 años (78 por ciento).

Por otro lado, la mayoría (casi el 78 por ciento) ofrece viandas para consumo domiciliario y un 38 por ciento brinda comida elaborada para consumir en el local, combinándose ambas modalidades en el 15 por ciento de los casos. Además, un 27 por ciento brinda como servicio la entrega de bolsones con alimentos.

 

 

Con respecto al tipo de servicio, la merienda es el que más demanda tiene (73 por ciento lo hacen), seguida por el almuerzo (ofrecido por el 60 por ciento), el desayuno (29 por ciento de los sitios) y la cena, ofrecida en menor medida como servicio por el 31 por ciento de los espacios relevados.

Al ser consultados por los cambios en relación con la situación que se presentaba en 2023, en la mayoría (más del 50 por ciento) hubo una disminución en cuanto a los días de atención, con un importante peso también de comedores que han tenido que recortar servicios brindados y turnos ofrecidos, dando cuenta de una disminución de estos servicios en más del 30 por ciento de los casos.

Sobre el tipo de comida, un importante porcentaje de merenderos, comedores y ollas populares (más del 70 por ciento) plantearon como insuficiente la provisión de carnes, verduras crudas y fruta, de leche tanto en polvo como fluida y de “secos” como harina, azúcar y arroz. Los menores grados de insuficiencia lo tienen las legumbres, la polenta y la yerba, aunque en todos los casos se marcan insuficiencias del orden de entre el 30 y el 50 por ciento.

 

 

En relación con la calidad de la comida elaborada y ofrecida, tres cuartas partes de los encuestados señalaron una disminución en la calidad, destacándose entre las principales razones argumentadas la disminución en la cantidad y variedad de alimentos recibidos, particularmente verduras y carnes, así como la necesidad de atender a una mayor cantidad de personas con menor cantidad de alimentos, que implica tener que diluir algunos productos o insumos más de lo recomendado.

Con relación a los trabajadores de los espacios, en el 49 por ciento hay entre 5 y 10 trabajadores/as (49 por ciento), en el 31 por ciento más de 10 personas y en el 20 por ciento menos de cinco personas.

Respecto a la percepción de ingresos, en la mayoría los trabajadores reciben retribución por el trabajo desempeñado, con un mayor peso de los espacios en los que todos los trabajadores tienen retribución (65 por ciento) por sobre aquellos en los que sólo tienen retribución la mayoría (22 por ciento) o sólo algunos pocos (9 por ciento). La principal fuente de ingreso el del Programa “Potenciar Trabajo”.

Finalmente, con respecto al equipamiento con el que cuentan los sitios y el combustible utilizado para cocinar, los datos relevados constataron un predominio de espacios en los que se utiliza principalmente cocina con horno y hornallas (47 por ciento) seguido por aquellos en los que se usa anafe (29 por ciento) o brasero (20 por ciento) como principal artefacto. En cuanto al combustible, la amplia mayoría utiliza principalmente el gas en garrafa (69 por ciento) y en menor medida leña (20 por ciento) o gas de red (11 por ciento).

Asimismo, la encuesta registró que el incremento del costo del gas envasado ha obligado a un importante porcentaje de merenderos, comedores y ollas -38 por ciento- a sustituir dicho combustible por leña.

En relación con el acceso a otro de los insumos necesarios para la elaboración de alimentos, el relevamiento pudo dar cuenta que, si bien el 56 por ciento cuenta con acceso al agua corriente por red, el 44 por ciento restante lo hace a través de modalidades menos seguras en cuanto a la calidad del servicio, destacándose la provisión mediante manguera externa (36 por ciento).

Respecto de la provisión de recursos, se observó una mayor proporción en los que se reciben alimentos (82 por ciento) y menor proporción de sitios que reciben dinero (51 por ciento), dándose en un tercio de los espacios (35,5 por ciento) la recepción de ambos tipos de recursos. En tanto, el 70 por ciento de los fondos proviene del gobierno provincial.

Los comedores, merenderos y ollas populares relevados son sostenidos por organizaciones sociales: Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Movimiento Justicia y Libertad, Libres del Sur, CTD Aníbal Verón, Frente Patria Grande de la CTA, Barrios de Pie, Chicxs del Pueblo, Corriente Clasista y Combativa (CCC), Frente Territorial Carlos Cajade, SURGE, Corriente Néstor Kirchner, Agrupación María Claudia Falcone, Corriente Nuestramérica y sitios vinculados a proyectos y centros de Extensión de la UNLP.