La Cámara de Diputados de la Nación aprobó en las últimas horas media sanción a la ley que declara la educación como servicio esencial, un proyecto del diputado del Pro Alejandro Finocchiaro. Ahora falta la sanción del Senado.

La norma, rechazada por los gremios docentes, obliga a las instituciones escolares a abrir los días de paro y tener una guardia mínima de personal que garantice el derecho a la educación.

La iniciativa propone que, en caso de declararse paro, el 30 por ciento del personal de la escuela deberá permanecer en sus puestos durante los dos primeros días de huelga. De esta manera se busca garantizar la continuidad de las clases incluso en días de manifestación.

En caso de que la medida de fuerza se prolongue por más de dos días, el documento propone un cambio en el porcentaje y este se incrementa al 50 por ciento. De esta manera, si bien el proyecto no impide la realización de las protestas estipula reglas estrictas sobre las que las mismas deben llevarse a cabo.

Por último, uno de los artículos también plantea que, a principios de cada año, los equipos de conducción de las escuelas deberán informar a las autoridades sobre la “nómina anual del personal docente y no docente que estará afectado al cumplimiento” de esta medida.