martes 10 de septiembre de 2024 - Edición Nº -2106

Opinión | 21 ago 2024

Criar tiene valor

Por Andrea Rodríguez, Licenciada en Trabajo Social (UNLP) e integrante del área de Género de la Fundación FundPlata.


En la Argentina criar tiene costo, valor. El Índice de Crianza se creó para resguardar los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Hay cada vez más familias formadas por un adulto que trabaja, cría, afronta todos los gastos, que en su mayoría son mujeres, las llamadas familias monomarentales.

Si recordamos nuestro tercer informe “Monomarentalidad y marginalidad”, el denominador común en el caso de las mujeres monomarentales, es la situación de marginalidad dada por la falta de oportunidades y la imposibilidad de desarrollarse a nivel personal, económica y laboral. Esto encuentra la raíz en el hecho de no poder repartir las tareas de cuidado de manera equitativa con los progenitores que no cumplen con las sentencias judiciales de cuidado de los menores.

Sumado a eso, el contexto en el que estas mujeres se encuentran, implica una situación de desamparo y derechos vulnerados no solamente de ellas, sino también de los niños, niñas y adolescentes que conviven en el hogar y están a su cargo.

En ese marco, como resultado de un trabajo conjunto entre el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Ministerio de Economía de la Nación Argentina, el 11 de julio de 2023 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó por primera vez el Índice de la Canasta de Crianza.

Se trata de un valor de referencia pionero único en Latinoamérica y el mundo, que mide el costo de criar y cuidar. El Índice está compuesto por una canasta básica de bienes y servicios y las horas de cuidados segmentado por rango etario de los menores. Es decir, es el cálculo para establecer un valor de referencia para conocer lo que debe destinar una familia a alimentar, vestir, garantizar vivienda, trasladar y cuidar niños, niñas y adolescentes. En materia de datos y estadísticas se trata de una herramienta pionera, ya que constituye el primer dato oficial de este tipo en el mundo.

El Índice también es un instrumento para prever la gestión y el costo de los cuidados. Por esto, resulta útil para distribuir los gastos de crianza de forma más igualitaria, especialmente en los procesos de separación de las parejas o luego de la separación.

Celebramos este Índice, entendido como un instrumento para prever la gestión y el costo de cuidados, al tiempo que se busca resulte más útil para distribuir los gastos de manera más igualitaria, más aún en procesos de separación. Asimismo, permite informar a las familias, jueces, abogados y organismos que deben resguardar a las niñeces y adolescencias para que se cumplan sus derechos.

Tal como fue concebido desde su presentación, el Índice Crianza viene a visibilizar un problema que atraviesan más de 1 millón de hogares a cargo de mujeres que no reciben la cuota alimentaria en tiempo y forma, y por ende se vuelven monomarentales y en determinadas situaciones, jefas de hogar. Pero el dato más significativo es que en estos hogares viven casi 2 millones de personas de menos de 18 años de edad.

Según el último Índice publicado recientemente, la canasta de crianza en julio de 2024 es de $352.561 para los menores de un año, de $418.064 para los niños y niñas de 1 a 3 años, de $346.729 para los de 4 a 5 años y de $436.261 para los de 6 a 12 años.

Si bien desde su creación ha sido tomado como referencia para dirimir obligaciones alimentarias, nos parece preciso afianzar y difundir esta herramienta porque es necesario, trascender la vulnerabilidad y pobreza, ir hacia una maternidad digna, resguardar los derechos de niñeces y adolescencias.

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