Política | 19 oct 2024
Nota de Opinión
Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad
Por Axel Kicillof.
Argentina atraviesa una situación muy grave, nuestro pueblo está siendo agredido por un Gobierno Nacional desertor que ataca a la Universidad Pública, destruye los derechos, favorece el saqueo de nuestros recursos, fomenta el odio y reprime salvajemente a los que protestan. Ahora bien, ¿cómo llegamos hasta acá? Milei no ganó por accidente; es presidente luego de que el peronismo hiciera un gobierno nacional que no cumplió con las expectativas. No solo sufrimos una dura derrota a nivel nacional sino también en muchas provincias. Evidentemente algo no anda bien.
En este contexto, mi principal responsabilidad es proteger a los bonaerenses del ajuste y de los ataques y, en lo que pueda, también al país, construyendo lazos de solidaridad con el resto de los gobernadores de todos los partidos. Pese a los errores cometidos, el peronismo es la principal fuerza política de la oposición, y la fuerza que deberá liderar una alternativa amplia y democrática al nefasto proyecto que encabezan Milei y Macri. Tal vez, de manera inoportuna, en un momento donde no deberíamos distraer demasiada energía en internas partidarias, irrumpió una discusión de cara a la presidencia del Partido Justicialista. Sobre esto, quisiera aclarar algunos puntos:
- Desde que se apartó a Alberto, repetí en público y en privado que no me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente.
- Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto de quedar dos listas. La que encabeza el gobernador Quintela, quien anunció su postulación hace tres meses, y la lista que encabeza Cristina, cuya candidatura dio a conocer diez días atrás a través de un documento donde plantea que en el peronismo no sobra nadie. Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna. Ambos proponen dos puntos centrales: nítida oposición a Milei y convocatoria a la unidad.
- Al mismo tiempo, veo con preocupación que la derecha empieza a aprovecharse de nuestros debates internos.
- A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!
En virtud de los reiterados ataques públicos que se han hecho durante los últimos tiempos, me gustaría agregar algunos comentarios. Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas. Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo “subo o bajo”, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición.
Después del fallido proceso del FdT, hay que reinventar una alternativa aprendiendo de lo que falló. El respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan destructivo de Milei es una pieza indispensable en ese camino, de lo contrario: ¿qué tipo de unidad podría darse en el PJ?
La verdad es que no quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento. La única pelea en la que todos los días pongo cuerpo y alma es la pelea contra Milei y sus políticas de exclusión y crueldad. En esa pelea que me toca afrontar, necesito el pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia. Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco. Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial. Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando.
Por favor, encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá. Que nadie espere de mí que libre una guerra interna, la historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco. Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento. Con los dirigentes que se oponen, con la CGT y las dos CTA, con los movimientos sociales, con todas las agrupaciones, con todos los gobernadores e intendentes, con toda la militancia; con nuestras diferencias pero sobre todo con nuestro compartido amor por la patria, espero que el Partido Justicialista dedique toda su energía a fortalecer el escudo y la alternativa que tanto necesita nuestro pueblo.