martes 10 de diciembre de 2024 - Edición Nº -2197

Gremiales | 7 nov 2024

UGL VII

Pánico en el PAMI La Plata: prendieron la motosierra y despidieron a cinco trabajadores de planta permanente

Se enteraron cuando intentaron loguearse esta mañana en las computadoras que usaban a diario. Los gremios mantienen un disciplinado silencio. Sobran los rumores que giran en torno a teléfonos pinchados a los empleados y un supuesto monitoreo de las redes sociales de cada trabajador.


Este jueves cinco empleados del PAMI La Plata (UGL VII) se enteraron de que pasaron a integrar el ejército de desocupados que crece día tras día en la Argentina. 

No recibieron ni cartas ni notas ni telegramas de despido. Se noticiaron de sus cesantías al descubrir que las claves personales que les permitían ingresar a la intranet del organismo habían sido dadas de baja.

Luego comprobaron que habían sido despedidos, y que gremios que "funcionan" en la obra social habían recibido la noticia y resolvieron no "hacer olas". 

Los despedidos, según pudo averiguar este medio, son Edith Alexandra Rodríguez, Facundo Di Plácido, María Paula Noli, Antonella Marcaccio  y un joven de nacionalidad brasileña de nombre "Idelán".

 

El fantasma de quedar en la calle

Lo que ocurre en los pasillos del PAMI es que el grueso del personal tiene un temor reverencial ante la nueva gestión, y además, escucha y repite rumores de toda índole.

Pero sobre todo ve que los sindicatos, que deberían defenderlos de cualquier despido, están negociando las listas de los futuros desempleados con la dirección ejecutiva nacional. No es la primera vez tampoco.

Para muestra basta un botón: varios identificados con La Cámpora acordaron afiliarse y militar en uno de los gremios más chicos, UTERA.

Pero no lo hicieron ni para "resistir" ni entusiasmados con aquello de "La Patria es el Otro", sino que tomaron esa decisión porque el mencionado sindicato "acordó" con la actual gestión (que, aseguran las fuentes, le garantiza un jugoso negocio), y sumó una quincena de delegados que ahora gozan de más protección ante cualquier intento de despedirlos. 

Otros militantes que pasaron por las filas de esa organización tuvieron que "poner en blanco" sus redes sociales, tras ser advertidos de la inconveniencia de que algunos de los nuevos funcionarios lean sus posteos. Y eligieron trabajar con la cabeza gacha y sin hacer ruido. 

Incluso, el uso del teléfono como canal de diálogo fue para Info Blanco Sobre Negro una herramienta poco útil: "Me van a escuchar hablando", dijo un delegado de Neuquén que entrevistamos el jueves. 

Ese empleado contó que "como en La Plata" en esa provincia recibieron la notificación de "algunos despidos". Pero aclaró que luego el director ejecutivo local "fue a Buenos Aires y arregló´ todo". En La Plata no parece que el silencio vaya a contribuir a alguna salida de ese estilo.

Por eso sorprende la complicidad de los gremios del organismo, que ni siquiera ponen sobre la mesa el tema de fondo: la actual gestión apunta a, de máxima, reducir hasta un 30 por ciento la planta permanente, y de mínima, achicarla hasta que el malestar sindical estorbe en el funcionamiento de la obra social. 

Pero por ahora ese horizonte se ve lejano, y las horas pesan como plomo entre los trabajadores que tuvieron más compromiso con la gestión anterior.

Seguramente en los próximos días habrá más novedades, porque en lo que sí hay consenso es que los cinco despedidos de esta jornada no serán los últimos. Y sobre todo si las organizaciones sindicales siguen funcionando como pymes que, a diferencia de las auténticas, o sea, las del sector privado, acumulan importantes ganancias.

 

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