Con un promedio de 47,2 kilos por habitante por año, el consumo de carne vacuna cayó a niveles históricos y ya es el peor de los últimos 28 años, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA).

Por otro lado, de acuerdo a los datos mensuales correspondientes a octubre pasado, existió un repunte en la faena vacuna que alcanzó las 1,27 millones de cabezas, el nivel más alto desde mediados de 2023.

El crecimiento representó un incremento del 0,7 por ciento respecto a septiembre y del 8,9 por ciento interanual, a pesar de los efectos adversos de la sequía del año pasado que aún persisten en el sector. 

Al respecto, Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, explicó que la carne vacuna ha sido reemplazada por otras opciones como el pollo y el cerdo, más accesibles para los consumidores.

Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el precio de la carne vacuna subió un 33 por ciento entre enero y octubre de 2024, mientras que el pollo y el cerdo experimentaron aumentos de 176 y 173 por ciento respectivamente.

Por último, los datos relevados por CICCRA indican que la recuperación en los ingresos de los consumidores, clave para reactivar el mercado interno, no se reflejaría hasta febrero o marzo del próximo año.

Exportaciones en alza
 

Mientras el consumo interno se encuentra en retroceso, las exportaciones de carne vacuna marcaron cifras récord. Durante los primeros diez meses de 2024, las exportaciones ascendieron a 784.000 toneladas res con hueso, un aumento interanual del 12 por ciento. En septiembre de 2024, las exportaciones alcanzaron las 60.200 toneladas, la cifra más alta desde finales de 2020.