![La Policía reprimió a manifestantes que protestan contra la Ley Bases frente al Congreso de la Nación](./uploads/noticias/3/2024/06/20240612153054_ff.jpg)
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La víctima, Agustina Poch, trabajaba temporalmente como secretaria de la diputada socialista Gabriela Troiano.
Cuando entró a dialogar con el diputado José Orellana (actual intendente de Famaillá) en el despacho del legislador, el acusado abusó de la empelada legislativa, según declaró en sede judicial.
Esta tarde la mujer, que es vecina de La Plata, en la entrevista que brindó a Info BLANCO SOBRE NEGRO confesó que “no esperaba” que avanzara favorablemente la apelación tras el sobreseimiento que había beneficiado al oscuro dirigente peronista y actual intendente de Famaillá.
“Recibí mucho apoyo de amigos y compañeros de la cámara, pero me duele mucho que institucionalmente las autoridades del cuerpo hayan mirado para el costado”, contó Agustina.
Es obvio que difícilmente se pueda escindir tanto amparo con tantos votos aportados por Orellana para los proyectos que impulsaba Cambiemos. El legislador no paró de levantar su mano ante cada propuesta que se debatía por iniciativa de esas mismas autoridades que le dieron la espalda a Agustina.
“El abuso sexual fue en su oficina, cuando entré a avisarle que había gente abajo que lo estaba esperando. En ese momento el secretario de Orellana salió del lugar, me quedé charlando con él y me tomó la cintura para cometer el abuso. Todo ocurrió en tres minutos”, detalló la víctima en la entrevista.
Según precisó, Orellana tras rodear su cuerpo con fuerza comenzó a introducirle su lengua en una oreja, y al percibir el rechazo de la mujer dijo sonriendo: “Seguramente nadie te besó así”. La mujer inmediatamente salió del lugar y radicó la denuncia.
“Él ejercía un poder que yo no tenía. La Cámara de Diputados inició un sumario en el que nos involucraron a los dos. Emilio Monzó (por entonces presidente del organismo) nunca me recibió, pese a que pedí reiteradas veces una audiencia. E institucionalmente la reacción fue muy desafortunada”, expresó la víctima.
Y aclaró: “En ese momento tuve el apoyo de la diputada para la que trabajaba, Gabriela Troiano, de mis compañeros de trabajo y del gremio del personal legislativo”.
“Cuando terminé mi contrato sentía que me había ido de ese lugar casi a escondidas, porque fue lo que me hicieron sentir durante ese año y medio restante ", contó.
Era tanto el miedo que sentía que tuvo que usar un seudónimo en la causa. “Sentía mucho temor. Ahora salgo a decir mi nombre porque siento que no tengo por qué esconderme , pero es muy difícil hacer una denuncia trabajando ahí. Fue muy duro”, explicó Agustina a Info BLANCO SOBRE NEGRO.
Pero el triste derrotero de la víctima nunca conmovió a Emilio Monzó. Vale aclarar: el “Melli” Orellana (como se hace llamar) se declara peronista pero había armado un bloque propio desde el cual negociaba con los mandamases del macrismo voto por voto.
Había ingresado por un partido aliado al PJ tucumano, pero lo de él son los negocios más que la política, de acuerdo a lo que testimonian quienes lo conocen en su provincia.
“Es un mafioso que trabaja a dúo con su hermano. Uno va de candidato a legislador y el otro a intendente, a los cuatro años cambian los roles y así sucesivamente. Acá armaron un feudo de lo peor, con tráfico de drogas, piratería del asfalto y todo tipo de delitos amparados por la justicia provincial y federal”, señaló un entrevistado que tiene domicilio en la ciudad que ahora gobierna Orellana.
Prefirió no dar su nombre a Info BLANCO SOBRE NEGRO por miedo. “Todos tienen temor acá en Famaillá, pocos se atreven denunciar a los Orellana”, aseguró, y lo comparó con otro viejo dirigente. “Vos que sos de allá, de Buenos Aires, podrías mencionarlo como una especia de Herminio Iglesias, o tipos así”, afirmó.
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La abogada de Agustina, María Elena Barbagelata, también dialogó con Info BLANCO SOBRE NEGRO y explicó que el procesamiento de Orellana “es histórico, porque es el primero que le hacen a un diputado nacional por un delito de esta naturaleza cometido en el periodo en el que ejerció su mandato”, es decir, no había antecedentes de un fallo como el de la la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
Vale aclarar que en abril de 2018 el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°6 había dictado la falta de mérito en la causa. La intervención de la Cámara de Apelaciones lo había confirmado y había dispuesto que se profundizara la investigación. Y más tarde la jueza María Alejandra Provítola había dictado el sobreseimiento de Orellana.
En ese contexto la fiscalía, la Unidad Fiscal Especializada en Violencia Contra las Mujeres (UFEM) y la querella apelaron ante la Cámara.
Los jueces Ignacio Rodríguez Varela y Alberto Seijas consideraron en su resolución que “los elementos que hay en la causa permiten tener por acreditado” la intervención del ex diputado y actual intendente en la situación descrita por la víctima.
Hay filmaciones aportadas en el expediente que corroboran el relato que efectuó Agustina, sobre todo en relación a la secuencia que siguieron los hechos, y con quién habló tras salir del despacho el día del ataque contra su integridad que luego denunció.
En estas hora, Orellana guarda un cuidadoso silencio. Este portal intentó hacer contacto con él y con algunos de sus voceros. Obviamente no hubo respuestas. Tampoco habló sobre el tema Emilio Monzó. Uno de sus asesores prometió alguna aclaración para los próximos días.