Por: Juan José Pfeifauf

Las inclemencias climáticas de las últimas horas en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, caracterizadas por fuertes ráfagas de viento y abundante caída de agua en cortos períodos de tiempo, afectó notoriamente a varios municipios del interior bonaerense, que sufrieron anegamientos de calles, vulneración de defensas contra las inundaciones, caída de postes de luz, ausencia de energía eléctrica y voladuras de techos y silos.

En la localidad de Hortensia, en el sur del Partido de Carlos Casares, por ejemplo, llovieron 230 milímetros en pocas horas. Además de la imposibilidad de circular por algunas de las calles, varios vecinos sufrieron la inundación de sus casas y la pérdida de bienes materiales.

En Bellocq, la situación no fue muy disímil. En apenas un par de horas, cayeron 223 milímetros y la localidad casarense experimentó las secuelas del temporal, a pesar de que desde la delegación municipal intervinieron rápidamente para paliar la compleja situación.

Quizás el dato de color de la jornada lo brindó Guillermo Maldonado, delegado municipal, que, al igual que en los viejos tiempos, debió recorrer a caballo los canales de desagües. “Recorrí un desagüe de difícil acceso para luego ir con las máquinas y sacar los tapones”, detalló el funcionario.

Lluvias copiosas, calles anegadas

Pehuajó fue otro de los municipios afectados por las copiosas lluvias que habían sido pronosticadas por el Servicio Meteorológico Nacional en el “alerta amarilla”, emitido el pasado martes. Al igual que en Carlos Casares, el jefe comunal Pablo Zurro encendió las bombas de desagote para evacuar el agua que ganó rápidamente terreno en la zona urbana.

Zurro, que se mostró satisfecho por las obras realizadas para evitar las inundaciones, recorrió las localidades de Chiclana, Magdala, Juan José Paso, Mones Cazón, Nueva Plata y Guanaco supervisando las consecuencias de las persistentes lluvias: “En dos horas, las bombas están sacando casi 94 millones de litros”, aclaró el intendente.

Las tormentas, también, dejaron huella en Tres Lomas con gran cantidad de árboles caídos y postes de luz.