La discusión en torno a lo sí lo que está sucediendo en Bolivia se cuadra o no dentro de la definición de golpe de Estado se coló en el Concejo Deliberante de La Plata y terminó monopolizando gran parte de la sesión.

El kirchnerismo presentó un proyecto de declaración solicitando el “enérgico repudio” del cuerpo al derrocamiento del presidente Evo Morales pero el bloque Cambiemos se opuso a votarlo, lo que generó fuertes reproches por parte de los ediles de la oposición.

“Vienen tiempos políticos difíciles y tenemos que repensar de qué lado queremos estar. No se puede justificar la violencia a la que están sometiendo al pueblo originario de Bolivia. Estamos sufriendo un retroceso a 1492”, opinó Gastón Castagneto.

En la misma línea, Norberto Gomez demandó: “Concejales del oficialismo les pido que sean valientes y se expresen contra este golpe de Estado que no puede ponerse en duda. Les agradezco a los dirigentes radicales que se manifestaron en apoyo al presidente Evo Morales. Estamos corriendo un serio peligro y debemos mostrarnos como defensores acérrimos de la democracia”

En el bloque oficialista reinaban las miradas cruzadas y el silencio. Los partidos que componen la alianza gobernante tomaron posturas diferentes frente al tema. Mientras que el gobierno nacional se rehusó a describir el violento proceso que sacude al país limítrofe como golpe de Estado, el radicalismo hizo un análisis más amplio que critica el intento de reelección de Evo y a su vez avala el uso de este término para describir su renuncia forzada por los militares. En La Plata, Cambiemos decidió preservar la unidad de acción y no exhibir esas incongruencias internas en la votación.

“En esto no se puede ser gris, se debe estar en contra o favor de la democracia porque en nuestra historia han corrido ríos de sangre. En el debate puede haber distintas miradas pero primero todos tenemos que manifestar nuestro repudio al golpe de Estado”, reclamó Victoria Tolosa Paz.

La oficialista híper crítica Florencia Rollié decidió plegarse a la postura de la oposición y pidió la votación del proyecto sobre tablas. “Como militante radical por supuesto que me expresó en forma contundente contra el golpe de Estado en Bolivia. No podemos terminar esta jornada si manifestar una oposición contundente a lo que ha pasado en el país hermano”, aseguró.

El primero en recoger el guante fue Javier Mor Roig que enmarcó lo que sucede en Bolivia dentro de los distintos conflictos que azotan al continente y luego ensayó una confusa explicación jurídica. “Repudiamos toda utilización de la violencia como modo de expresión pero hay puntos en los que es difícil entrar en la discusión sobre si esto es o no un golpe de Estado”, aseguró.

“Se da una situación anómala que es difícil de encuadrar, hay un vacío de poder. No voy a entrar en la discusión de si es un golpe o no porque es un tema más jurídico que político”, agregó el dirigente de la Coalición Cívica en su exposición.

A pedido de Cambiemos la sesión pasó a un cuarto intermedio para negociar una modificación en la declaración que conformase a todos los bloques. El oficialismo pretendió cambiar el concepto de golpe de Estado por el de “ataque contra el sistema democrático”. Finalmente no hubo acuerdo y en la votación el proyecto fue rechazado.

“Hay un presidente que fue removido por la sugerencia de un militar. Nosotros vivimos el proceso y sabemos de qué se trata. Me llama mucho la atención que nos pongamos tan quisquillosos cuando la definición de golpe de Estado se cumple al detalle en lo que sucedió en Bolivia. Es muy peligroso que no repudiemos un golpe que sucede en un país limítrofe. Es muy doloroso ver el odio racial y que se quemen símbolos como la wiphala”, reprochó Virginia Rodríguez luego de la votación.

Envalentonado y luego de un extraño entredicho con la presidenta del Concejo que integra su propio bloque, Julio Irurueta, dejó asentada su posición, congruente con la de la mayoría del PRO. “Claramente no estamos ante un golpe de Estado tradicional mediante el cual los militares se perpetúan en el poder. El mismo pueblo boliviano no está de acuerdo sobre lo que está pasando por qué lo tenemos que estar nosotros. Estamos de acuerdo que estamos ante un atentado del orden democrático pero mediante mecanismos institucionales ya se eligieron nuevas autoridades. Repudio contundentemente cualquier manipulación electoral para perpetuarse en el poder”, aseguró.

Fiel a su estilo, Gastón Crespo espero que el debate estuviera a punto de extinguirse para intervenir. “Había un proceso que terminaba con la sugerencia de la OEA a un llamado a nuevas elecciones, el presidente lo hizo y luego las Fuerzas Armadas le pidieron la renuncia. No hay dudas de que es un golpe de Estado”, remarcó.