Información General | 20 jun 2018
Historias
Cuando Dante Sica militaba en la Universidad Nacional de La Plata: “Era el tipo más bohemio de todos”
El flamante ministro de Industria de la Nación, Dante Sica ("Lalo" para quienes lo conocen de siempre), es vecino de esta Ciudad (tiene su domicilio en Villa Elisa) y fue un activo militante del Movimiento de Unidad Estudiantil de Ciencias Económicas (MUECE) cuando era alumno de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Quienes compartieron momentos con él relataron a este portal cómo era el flamante funcionario, y qué perfil tenía tanto en su faz humana y como en la de militante.
Por Nicolás Harispe / @nicolasharispe
En la década del 80, con la reapertura democrática, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Plata surgieron dos polos que hasta estos tiempos siguen disputando la representación estudiantil: la Franja Morada y el MUECE. De la agrupación reformista, el profesional más conocido por sus apariciones en los medios y por su trabajo académico y como consultor, es Martín Tetaz.
Ciencias Económicas es una Facultad cuya excelencia académica siempre fue reconocida, y también fue escenario de acalorados debates políticos, y cantera de muchos “cuadros” que tuvieron y tienen responsabilidades en diferentes estamentos del Estado.
En el otro polo al de la Franja Morada, articulado en el MUECE, se agrupó un número importante de militantes de diferentes procedencias , unidos por “la vertiente no ortodoxa” del pensamiento económico, según la definición más repetida en boca de quienes integraron sus filas.
En ese entonces (corrían los años 80) comenzó a estudiar en la sede de calle 6 entre 46 y 47 el recientemente designado ministro de Producción, Dante Sica.
Circunspecto, formal (hombre de gomina en pelo) y poco locuaz, el pasado de quien ahora aparece como “un hombre de la Industria” fue, por el contrario, el de un militante-estudiante que se definía como “marxista”. Sus compañeros también lo describen como “un gran tipo” o, por el contrario, con pocas palabras elogiosas, según el interlocutor.
Todos coinciden en un rasgo que lo caracterizaba: “Era el tipo más bohemio de todos”, comentó a Info BLANCO SOBRE NEGRO un ex-MUECE de estrecha relación con Sica.
Todos destacan que en sus días de estudiante y militante Dante Sica expresaba posiciones bastante radicalizadas. Para definirse usaba, como es costumbre hasta la actualidad entre algunos alumnos de la UNLP, el difuso perfil de “marxista”.
En esa agrupación militaban también muchos alumnos de origen e identidad peronista, e incluso algunos que simpatizaban con el Partido Intransigente, o con diferentes expresiones políticas de la centro izquierda.
Dante (“Lalo”) Sica era reconocido y respetado por todos, pero se ubicaba en el límite “izquierdo” de esa agrupación.
Un ex militante del Muece lo recuerda así: “Era un tipo querido por todos, pero a veces se ponía sectario y asumía posiciones muy duras contra el peronismo u otras expresiones afines, como la CGT, o las agrupaciones que después confluyeron en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que no estaba rearmada tras la dictadura, y tenía diferentes denominaciones según cada Facultad”.
El mismo entrevistado repasó en diálogo con este portal: “Me cruzaba siempre desde posiciones de izquierda, y en muchas discusiones nos terminaba corriendo con la revolución Cubana”. Además, lo recuerda “muy desprendido, bohemio, amiguero y estudioso”.
Otro compañero del ministro recordó ante la consulta de Info BLANCO SOBRE NEGRO una anécdota que lo pinta, según su testimonio, de cuerpo entero: "Estábamos comiendo un sánguche y una gaseosa en el bar que todavía está en 6 y 47. Se acercó un pibito pidiendo plata, pero era la época de la hiperinflación del gobierno de (Raúl) Alfonsín. Todos le dijimos la verdad, que no teníamos un mango , que estábamos secos. Y “Lalo” (en referencia al ministro) se sintió tan mal que le dio su comida y su Coca , a pesar de no tener ni una moneda en el bolsillo".
Muchas anécdotas hay también sobre “la casa de Lalo” que estaba en Tolosa. Allí se disfrutaban momentos de placer típicos de los años estudiantiles, donde no faltaban bebidas espirituosas y “había grandes jodas”. Un viejo compañero del ministro nos dijo: “Para que te des una idea, en el living de su casa había una hamaca paraguaya, y toda la decoración era re-jipi, pero muy jipi eh”.
Hasta hace poco, las reuniones de los ex compañeros de Sica que militaron en aquellos tiempos se repetían de tanto en tanto, aunque menos extensas, más moderadas y en su nuevo domicilio en Villa Elisa, donde reside en la actualidad (aunque tiene un departamento en Capital Federal que utiliza en los días laborables).
“Nunca pude poner un peso en lo de Lalo, siempre pagó él, tiene un buen pasar económico, pero siempre fue sumamente solidario y desprendido de lo material, incluso cuando la pasaba mal económicamente”, contó alguien que lo aprecia y que todavía mantiene un vínculo esporádico con el nuevo titular de la cartera de Producción.
Cuentan los ex compañeros que no continuaron vinculados a Sica que el ministro fue, como suele ocurrir en todos lados y en todos los tiempos, evolucionando y mejorando su perfil técnico, aunque lo acusan de haberse vuelto muy “pragmático” en contraposición con aquellos tiempos de compromiso con las revoluciones tercermundistas.
Pero tanto quienes lo aprecian como quienes no lo recuerdan con afecto, reconocen la solidez técnica y la capacidad intelectual de Sica.
El mito dice que rindió casi una decena de materias en sólo un año para, además de alcanzar la licenciatura en Economía, recibirse de Contador Público.
Después de terminar su carrera, la historia del ministro es conocida. Los ex MUECE coinciden que que “construyó un camino en soledad, propio”, alejado en el plano profesional de sus amigos y compañeros de la Facultad.
“Políticamente te diría que más adelante, en los años 90, lo que más se ajustó al perfil que fue adquiriendo Lalo es el duahldismo, pero eso no existe más. Militó para (Eduardo) Duhalde cuando era Gobernador como miembro del Ateneo Eva Perón (una agrupación que todavía existe en el peronismo platense), pero después todo le quedó muy chico, había crecido mucho profesionalmente, ya se definía por sí mismo sin tener que adscribir a ningún dirigente en particular”, explicó una amiga de Sica que todavía cruza con él algún saludo de fin de año y lo recuerda con afecto.
En la Facultad donde fue alumno y docente su nombramiento no revolucionó nada. Varios cuadros de diferentes gestiones se cuentan entre los egresados de esa Unidad Académica . El más rutilante acaba de irse de la gestión justo cuando llegó Dante “Lalo” Sica, y es conocido del nuevo ministro: Federico Sturzenegger.
Ambos, hijos dilectos de la Ciudad de la Diagonales. Donde vivió Ricardo Balbín, se casaron Perón y Eva Perón, militaron destacados intelectuales de todas las expresiones políticas, y cuya Universidad es un orgullo que ilumina una comunidad con ciertos rasgos pueblerinos pero de gran urbe, que la hacen tan contradictoria como singular.