Información General | 20 may 2019
Una ventana al mundo, también, de los adultos
WhatsApp ya es la mensajería preferida de los niños y niñas: qué hacer para evitar dolores de cabeza
Te contamos cómo evitar que se utilice en forma perjudicial para los menores.
Los Términos y Condiciones que debe aceptar cualquier usuario que comience a utilizar el servicio de mensajería más popular del mundo, son taxativos: “Usted afirma que es mayor de 16 años de edad, o menor emancipado, o posee consentimiento legal de sus padres o tutor, y es plenamente capaz y competente para entrar en los términos, las condiciones, obligaciones, afirmaciones, declaraciones y garantías establecidas en estos Términos de Servicio, y de acatar y cumplir con estos Términos de Servicio. El Servicio de WhatsApp no está destinado a niños menores de 16 años. Si usted es menor de 16 años de edad, no está autorizado a utilizar el Servicio de WhatsApp”.
Está a la vista que además de aceptar “los términos, las condiciones, obligaciones” y otros aspectos vinculados, el servicio nos aclara en ese instante que los menores de 16 años no deberían usarlo.
Las razones saltan a la vista: la proliferación de mensajes con contenido multimedia es explosiva, y crece a un ritmo vertiginoso. La reciente campaña presidencial en Brasil dio muestras de ello. Ni Twitter ni Facebook ni Instagram lograron la penetración que tuvo WhatsApp.
Pero esta revolución constante en las comunicaciones también genera preocupación entre los padres. Nada mejor que espiarwapp cuando dudamos sobre el intercambio que los más chicos de la familia realizan a toda hora y en todo lugar. Los peligros son evidentes: imágenes con contenido sexual inapropiados, videos que exponen situaciones de extrema violencia, y toda clase de mensajes suelen no tener barreras de contención que los restrinja.
Son muchas las formas de controlar el flujo comunicaciones de nuestros hijos, incluso de puede espiar whatsapp sin código y (en el mejor de los casos), intentar que el vínculo personal, humano e íntimo nos permita eludir el “espionaje doméstico”.Pero no siempre es posible lograr ese objetivo, sobre todo cuando se trata de adolescentes en edad temprana. Y también hay que asumir que el uso de las nuevas tecnologías cada vez es más sencillo, y está más al alcance de los niños.
Fernando Clementin es “Técnico en Periodismo (Tecnicatura en Periodismo Integral y Deportivo – Instituto de Estudios Superiores en Santa Fe) y traductor científico-técnico y literario de inglés; FCE ESOL de la Universidad de Cambridge. En su país natal, Argentina, ha desarrollado su carrera en medios digitales de información general, política y deportiva”. Así lo presentó el sitio web de España “Eres Mamá”. Dice el especialista: “Los niños se ven sumamente atraídos por las nuevas tecnologías y las posibilidades que les facilitan. Su instantaneidad y la chance de estar conectados con todos les maravillan, pero como padres debemos estar alertas a ciertos riesgos”.
Y agrega en el mismo site: “Las nuevas tecnologías se han expandido a prácticamente todos los sectores de la sociedad. En cuanto al móvil, el uso de Whatsapp en los niños ya es algo totalmente habitual. Según publicaciones recientes, el 76% de los niños españoles de entre 11 y 14 años de edad utilizan Whatsapp para conversar con sus seres cercanos. Esto deja a las claras que las edades en las que los padres regalan móviles a sus hijos cada vez son más bajas”.
En opinión de Clementin, “surge la pregunta de si está bien que niños tan pequeños hagan uso de esta poderosa herramienta”.
Y concluye su análisis: “El problema es que, como muchas otras, resulta un arma de doble filo. Si bien presenta grandes ventajas, también puede prestarse a empleos poco productivos”.