El episodio de violencia ocurrió el martes cuando un paciente que tenía programada una cirugía de vesícula se enteró que su intervención había sido suspendida y decidió arremeter contra el médico que se lo informó. Este viernes, los profesionales del hospital ubicado en calle 37 y 117 realizan una asamblea para decidir qué medidas tomar.

El médico golpeado es el cirujano y jefe de residentes, Lucas Pourtau, que explicó: “Hace un mes y medio que no tenemos completo el plantel de anestesistas. Desde entonces la cantidad de operaciones programadas que podemos hacer bajó a la mitad”, y agregó: “De momento estamos priorizando las oncológicas y las de emergencia, y postergando el resto”.

Las suspensiones de las intervenciones son comunicadas a los pacientes por teléfono. Sin embargo, el hombre que debía ser operado de vesícula no fue encontrado en los números que había dejado en el hospital. Al enterarse de que su práctica había sido postergada se puso violento y atacó al médico que le dio la mala noticia.

El hombre había llegado junto a su esposa que también se alteró mucho. Enojado por la suspensión de la cirugía, el paciente agarró sillas de la sala de espera para golpear a los médicos y luego volvió a arremeter con violencia en el hall del hospital, debiendo ser desalojado por la policía.

Por su parte la directora asociada del Hospital Rossi, María González Arzac, aseguró: “Hemos padecido episodios de violencia, que en mayoría son agresiones verbales, periódicamente; lamentablemente, lo que se ve acá es un reflejo de lo que pasa en la calle, donde cada vez más seguido la gente intenta arreglar las diferencias a las piñas. Trabajamos en seguridad, pero no se puede tener un policía al lado de cada médico”.