Pasadas las 20 horas, en el centro de calle se comenzó a sentir el repiqueteo de los bombos, redoblantes, zurdos, panderetas y demás instrumentos de percusión. La gente se comenzó a amontonar para ver quiénes eran los que habían decidido inaugurar el Carnaval en La Plata.

“Somos una comparsa de calle 90 y 22, esta es la primera actividad de cuatro que tenemos organizadas para este carnaval”, comentó a Blanco sobre Negro un integrante de “Los hijos de la 90”.

A un costado algunos automovilistas pedían respuestas a agentes de Control Urbano por la interrupción inesperada del tránsito. “Nosotros no sabíamos nada”, respondió el empleado municipal. “Hay que poner un poco de alegría, está todo muy pálido”, aseguró la mamá de una de las chicas que bailaba.

A los bocinazos que sin querer se acoplaban al sonido de la murga se le contraponía la sonrisa de la mayoría de la gente que caminaba por el centro y tomó con alegría la batucada. Señoras, señores: llegó el Carnaval.