![Entre "Golpe letal a la producción" y "Argentina del cambio", la dirigencia política de La Plata se expresó sobre la sanción de la Ley Bases](./uploads/noticias/3/2024/06/20240613093849_xsx.jpg)
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En el año 1999, el ingeniero agrónomo y docente Juan José Garat junto a otros docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata se propusieron localizar lo que todavía quedaba de este cultivo.
La búsqueda de semillas entre productores familiares del cinturón hortícola de La Plata los llevó a conformar una red de aquellos que todavía cultivaban el tomate: eran unos quince, de los quinientos a mil que habían existido antes. Cultivaban para el autoconsumo o para vender el producto como tomate de mala calidad.
Allí empezó un trabajo de revalorización del cultivo, con el fin de consolidar la producción y que se pudiera conservar el cultivo original. El proyecto se ocupó de conectar a los productores, aportar contexto sobre el cultivo para revalorizar su trabajo, promover la difusión del cultivo para que se extendiera, y gestionar apoyos de organismos públicos.
El proyecto también trabaja con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Nación para crear un ‘sello de calidad’ que distinga al Tomate Platense producido en el cinturón verde de La Plata, con el fin de dar valor agregado al cultivo y que los consumidores puedan buscarlo y elegirlo.
“El paradigma dominante es el de la producción agropecuaria que sólo piensa en producir kilos con calidad sanitaria”, comenta Garat. “Nosotros creemos que hay otra forma de pensar la producción, que se expresa en una visión y en una idea de calidad mucho más amplia, que pondera los intangibles”.
En este sentido, más que solamente al Tomate Platense, el proyecto busca rescatar una cultura de producir: una en la que se respeten la tierra y su diversidad, los materiales cultivados, y las familias que con mucho esfuerzo apuestan a seguir produciendo en la quinta. (fuente: elciudadanogba)