martes 30 de abril de 2024 - Edición Nº -1973

Información General | 21 nov 2014

Piden plata "para la nafta” del móvil del Cem

Vecinos de Ringuelet: “Ni la muerte es digna para la gente humilde de esta Ciudad”

Ramón Almeyda, un vecino de Ringuelet, murió en hospital Rossi y “por ser pobre” su cuerpo debió pasar una odisea antes de ser enterrado. Sus vecinos denuncian que en el Cementerio les pidieron plata para pagar el combustible y el arreglo de la camioneta municipal que trasladó el cuerpo. “A Ramón lo trataron peor que a un perro”, aseguran en el barrio donde vivía


Ramón Almeyda tenía 64 años y vivía en una casilla humilde que levantó hace décadas en la esquina de 1 y 514, a la vera del Arroyo “El Gato”. Desde hace tiempo padecía cáncer de colón, y hace unos días fue internado en el Hospital Rossi. El sábado a las 16, sufrió un infarto y murió. Su madre y algunos vecinos quisieron dale cristiana sepultura, pero por no lo pudieron hacer por no tener dinero.

Ni bien se enteraron de la muerte de Ramón, sus vecinos, tan humildes como él, se acercaron a la casa de velatorios ubicada en 1 y 530. En un primer momento parecía que todo sería sencillo. Les dijeron que la mutual a la que estaba afiliado Almeyda cubriría los gastos, y firmaron “unos papeles”. A los pocos minutos, un vehículo trasladó el cuerpo del Hospital a la funeraria.

Cuando parecía que comenzaría el velorio, la firma encargada del sepelio comunicó que la obra social de Ramón no servía y que el servicio mínimo costaba 7.500 pesos, un monto imposible de pagar para ellos. Llamaron a la delegación de Ringuelet para pedir alguna ayuda. “Queríamos algo para apoyar el cajón, un par de velas y velarlo en la casa de algún vecino”, comentó a InfoBLANCOsobreNEGRO Marta Medina, una vecina del difunto.

Pasaron las horas y como no había respuestas de la MLP, la madre fue a “Del Plata Sepelios” (contratada para el velorio) para retirar el cuerpo de su hijo. “Allí nos pidieron 300 pesos para llevarnos el cuerpo el domingo a las 9 de la mañana. Lo pagué yo, pero no nos dieron ni un papelito firmado, nada”, continuó relatando la mujer.

Cuando fueron a hacer los trámites al Cementerio, la Municipalidad se comprometió a mandar una camioneta para trasladar los restos de Ramón. A las 11 de la mañana estaba programado el entierro y les dijeron que tenían dos horas para velar el cuerpo ahí mismo.

“Llegó la combi de la Municipalidad, que está toda rota, lo cargaron, y ahí nomás le pidieron 300 pesos a la madre de Ramón para ponerle combustible al vehículo y trasladar el cuerpo. Nos advirtieron que si no entregábamos el dinero que nos exigían, la camioneta no se movía. No dejaron ir a ningún familiar en la combi, pero la plata la tuvimos que poner igual”, relató Pedro Gómez, amigo del hombre fallecido.

“Fuimos al Cementerio, y mientras esperábamos que llegase el cuerpo, una tal Laura que trabaja ahí, nos dijo que la camioneta se había roto en el camino y que teníamos que pagar otros 450 pesos más para el arreglo. Toda la plata se la metieron en el bolsillo y no nos dieron ni un remito”, expresó el hombre.

“La mamá no entendía mucho, solo quería despedir a su hijo y no tenía más plata. Una vecina prestó el dinero y al rato llegó el cuerpo”, contó Marta y continuó: “Nos dijeron que Ramón había fallecido el viernes y que no se podía velar porque largaba olor. Nosotros les dijimos que había muerto el sábado a las 4 de la tarde, pero igual se negaron y nos seguían discutiendo cuál había sido el día en que murió Ramón.”

Los vecinos relatan que el cadáver tardó en llegar. “La madre ahí se dio cuenta de que no le habían hecho ni siquiera reconocer el cuerpo en el Hospital Rossi. Esa Laura, que había agarrado la plata le dijo ‘mirá, fíjate si es tu hijo’ delante de todos, y cerró el cajón”, prosiguió Gómez.

“Como si todo eso fuera poco, una vez que lo enterraron nos dijeron que la cruz iba a tardar 3 días. El sepulturero escuchó y dijo que la cruz estaba atrás. La fue a buscar y la colocó”, continuó el amigo de Ramón.

Quienes quisieron despedir al hombre fallecido, aseguran que las condiciones de la camioneta son indignas y que era “un utilitario todo despintado”. Los vecinos están muy enojados porque Ramón era un hombre muy querido que vivió casi 40 años en el barrio y jamás tuvo un problema.

“Por no tener plata, no pudo ser despedido como se debe. La gente está muy enojada porque a Ramón se lo trató peor que a un perro”, aseveró Marta Medina y remató: “Ni la muerte es digna para la gente humilde de esta Ciudad.”

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias