Información General | 25 may 2014
Salud
En el Día Mundial de la Tiroides recomiendan más controles para mejorar la detección temprana
El control de la glándula tiroides, que se realiza con un simple análisis de sangre, puede permitir la detección temprana de cualquier anomalía en su funcionamiento, que generalmente afecta a las mujeres
“Cada vez tenemos menos casos avanzados porque el control de TSH, que es el valor que permite evaluar en sangre el funcionamiento de la tiroides, es pedido con mayor asiduidad por los médicos que años anteriores”, señaló a Télam la médica endocrinóloga María Belén Zanchetta.
La especialista, miembro del Instituto de Diagnóstico e Investigaciones Metabólicas (IDIM), detalló que “las alteraciones en la tiroides son muy prevalentes, sobre todo entre las mujeres”.
Se estima que el 5% de las mujeres tiene hipotiroidismo y que de cada cinco mujeres con esta enfermedad, sólo un hombre la padece, en tanto el hipertiroidismo es menos frecuente.
La tiroides es una glándula en forma de mariposa, ubicada en la base del cuello, en los hombres donde se encuentra la “nuez de Adán”, que tiene apenas cinco centímetros de diámetro y su función es producir, almacenar y liberar hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo.
“Estas hormonas lo que hacen es regular la velocidad y el ritmo con el que trabaja el cuerpo, por ello una alteración en su funcionamiento repercute en todos los órganos y tejidos”, detalló.
El hipotiroidismo es la producción menor de hormonas de lo normal y sus síntomas pueden ser cansancio, estreñimiento, pérdida de cabello, resecamiento de la piel, alteraciones menstruales, entre otras.
Según la especialista, “el hipertiroidismo se manifiesta con síntomas más claros a nivel clínico porque la persona presenta ojos saltones, está agitada, acalorada, tiene dificultades para dormir, entre otros signos”.
“Otra alteración frecuente en la tiroides es la presencia de nódulos, de hecho, si uno estudiara a 100 personas, 50 tendrían algún nódulo, pero sólo el 0,1 por ciento de los nódulos son malignos. Lo nódulos pueden palparse o bien detectarse a través de una ecografía”, explicó.
La médica agregó que “la alta frecuencia de los nódulos nos están llevando a pensar de que sería una característica de la glándula, no una anomalía”.
“Por supuesto que igual hay que estudiar al paciente. Si el nódulo es mayor a un centímetro o presenta algunas características específicas como bordes heterogéneos o antecedentes familiares de cáncer de tiroides, entonces se punza, que es una práctica sencilla, para descartar que no sea cáncer”, explicó.
Por otra parte, al tratarse de una enfermedad autoinmune no existe forma de prevenir con hábitos saludables.
“Un tema que debemos reforzar es el control antes, durante y después del embarazo, porque el hipotiroidismo puede ser causa de infertilidad o producir abortos, por lo que es un factor a tener en cuenta en el caso de dificultad para quedar embarazada”.
Zanchetta señaló que “también hay que estar atentos durante el embarazo ya que durante las primeras doce semanas el bebé regula su mecanismo a partir de la tiroides de la madre”.
El posparto es otro momento crítico ya que, según explicó la endocrinóloga, “puede presentarse hipotiroidismo después del parto y los médicos solemos subestimar el cansancio de la madre pensando que se trata de falta de descanso por el bebé”.