Información General | 8 ago 2020
Bahía Blanca
Caso Astudillo Castro: el fiscal rechazó el pedido de detención de cuatro policías señalados en la causa
La fiscalía recibió críticas de la querella, que pide que se investigue el caso como una desaparición forzada.
“Este fiscal es un símbolo de lo que está todo mal en la Justicia argentina, por eso pedimos nuevamente su recusación y convocamos a todos los organismos de Derechos Humanos para que nos acompañen”, dijo a Télam Leandro Aparicio, uno de los abogados que representan a la madre de Facundo, Cristina Castro.
El viernes a última hora el fiscal federal 1 de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, había hacho público su rechazo al pedido de detención de cuatro policías de la provincia de Buenos Aires que había formulado la querella.
Se trata de los policías del destacamento de la ciudad de Mayor Buratovich, Mario Gabriel Sosa y Jana Curuhinca, que retuvieron en la ruta a Facundo cerca de las 10 del 30 de abril; del oficial del destacamento de la localidad de Teniente Origone Alberto González, quien volvió a ver en la ruta al joven horas más tarde; y de la agente Siomara Flores, que dijo haberlo llevado en su auto particular hasta un lugar cercano a Bahía Blanca.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que el fiscal Ulpiano Martínez había pedido semanas atrás la detención de los policías Sosa y Curuhinca, que son los que retuvieron por primera vez a Facundo cuando caminaba por la ruta 3 a pesar del aislamiento obligatorio por el coronavirus y hasta se fotografiaron con él, pero la jueza federal María Gabriela Marrón las rechazó por insuficiencia de pruebas.
Ahora, tras una nueva solicitud de los querellantes Aparicio y Luciano Peretto, el fiscal dijo que no acompaña el pedido de detención de esos policías porque se adhiere “a lo resuelto por la jueza federal en su decisión del 4 de agosto”.
Respecto al pedido para detener al oficial González, el fiscal tampoco lo avaló porque “no se advirtieron – en este segmento inicial- elementos suficientes que hicieran suponer que formó parte de un accionar orientado a la desaparición de Facundo Astudillo Castro o, subsidiariamente, al encubrimiento de una conducta semejante”.
Según el fiscal, González declaró como testigo el 15 de junio último y dijo que el 30 de abril le comunicaron que había un joven que se hallaba caminado por la ruta 3, a la altura de Teniente Origone, por lo que se trasladó en un móvil policial y conversó con Facundo, quien le contó que iba a la casa de su novia en Bahía Blanca.
También recordó que, como el joven no tenía permiso para circular en la cuarentena, consultó a sus autoridades y le dijeron que a esa misma persona la habían infraccionado horas antes, por lo que le reiteró que debía regresar a su casa.
Para el fiscal, el testimonio de González es “verosímil” y fue corroborado por al menos tres testigos, con los informes de la empresa de telefonía celular que registraron las llamadas realizadas por el oficial y con el Sistema de Localización Automática Vehicular (AVL) del móvil en el que el policía dijo haberse trasladado.
Además dijo que existe un informe de la compañía “Claro” que refiere que a las 16.06 de ese mismo día hubo “un impacto” de la línea de Astudillo en una antena ubicada en Ingeniero White que “podría colegirse que el nombrado siguió su rumbo hacia Bahía Blanca, alejándose cada vez más de Origone”.
“Del análisis del teléfono celular de González no se desprenden elementos que permitan albergar sospechas respecto de su conducta”, señaló el fiscal federal, tras lo cual argumentó que del informe realizado por la División Laboratorio Químico de la PFA tras el cotejo de rastros obtenidos del móvil (de González), “no surgieron elementos que generasen alguna sospecha”.
Además, Ulpiano Martínez relativizó el hallazgo de un amuleto que, según la madre de Facundo, pertenecía al joven, en el destacamento policial de Teniente Origone al que pertenece González, al considerar que se trata de “un dato indiciario” pero que “restan medidas pendientes que refuercen dicha tesis”. (Es la imagen que compartimos al final de esta nota).
Respecto a Siomara Flores, el fiscal denegó el pedido de detención al entender también en este caso que “no hay elementos suficientes como para sostener que participó de la desaparición de Facundo”.
La policía declaró el 10 de junio que ese 30 de abril levantó cerca del mediodía a Facundo porque estaba “haciendo dedo”, y lo llevó hasta el ingreso a Origone.
“El relato de Flores, hasta el momento, también resultó verosímil para la fiscalía”, indicó Ulpiano Martínez, al tiempo que agregó que fue respaldado por los listados de llamadas entrantes y salientes de su teléfono, donde se hallaron conversaciones relacionadas al hecho pero que “no resultaban incriminantes” y reflejaban su “preocupación” y “el fastidio ante las sospechas” hacia la policía.
“No sabes lo mal que la pasé ayer por este pibe que está desaparecido porque fui la última que lo vi y los perros se quedaron en Origone” o “quiero que aparezca para no sentirme culpable” o “Bueno yaaaaa quiero que aparezca el chicoooo”, “espero que aparezca porque la última en verlo fui yo, por quererle hacer una gauchada y acercarlo”, fueron algunos de esos mensajes.
El fiscal hizo también referencia a los informes periciales en el auto Chevrolet Corsa de la mujer, donde no se hallaron rastros de Facundo.
El abogado Aparicio consideró que la decisión del fiscal de no acompañar los pedidos de detención de los policías son “excusas”, por lo que insistió en su recamo de “separarlo de la causa”.
“Esperamos que esta vez la jueza haga lugar a nuestro reclamo porque creemos que el fiscal es lento e incapaz, lo que está en el borde de una actitud dolosa”, dijo a Télam, tras lo cual pidió la presencia de “todos los organismos de derechos humanos” para que acompañen a la familia en la audiencia de recusación que se realizará esta semana.