Por: Martín Mazzoleni

La posibilidad de construir satélites mantiene a Argentina en un selecto grupo de países con esa capacidad en todo el mundo. Sin embargo, el círculo virtuoso se cerraría con el desarrollo de cohetes espaciales propios que permitan realizar los lanzamientos desde nuestro territorio, sin necesidad de recurrir a empresas extranjeras como Space X. Esa es la ambición el proyecto “Tronador”. El programa nacido en 2007 sufrió una paralización total durante el macrismo y ahora empezó a ser retomado. La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) vuelve a tener un rol protagónico en este nuevo capítulo de la historia espacial nacional. En diálogo con Info Blanco Sobre Negro, el vicepresidente institucional de la UNLP y director ad honorem de la Comisión Nacional de Asuntos Espaciales (CONAE), Marcos Actis, expresó: “Venimos trabajando en la necesidad de retomar el Plan Espacial dónde había quedado en 2015, cuando se cortó todo el presupuesto para los proyecto en materia de acceso al espacio”. “A partir de ahora se volvió a generar un plan de actividades, se están retomando los trabajos, se volvieron a firmar contratos con la empresa estatal VENG (Vehículo Espacial Nueva Generación)”, destacó. Y comentó: “Yo pedía que se volviera a contratar a las personas que estuvieron trabajando hasta el 2015, tanto de universidades como centros tecnológicos, Pymes y proveedores que tienen capacidades para desarrollar el lanzador. De a poco avanzamos en ese sentido”.

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La participación de la UNLP

Uno de los grupos que ya volvió a retomar sus trabajos en el marco del proyecto Tronador es el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Procesos Industriales y Servicios Tecnológicos (ProInTec I&D) de la Facultad de Ingeniería de la UNLP. “El ProInTec actualizó su convenio para continuar con los trabajos de soldadura por fricción para los tanques de combustible. Es una tecnología única en Latinoamérica de soldadura en frío de aluminio”, detalló Actis y señaló: “Por suerte, el equipamiento que se había comprado antes del 2015 está en marcha y los dos egresados que fueron enviados a capacitarse en Francia volvieron y siguen trabajando en VENG”. De todos modos, el vicepresidente de la UNLP advirtió que otros científicos “muy valiosos” que integraban el proyecto Tronador se fueron a trabajar al exterior y no regresaron. Por otra parte, el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la misma casa de estudios se encuentra gestionando un convenio para volver a prestar asesoría en materia de ingeniería, vinculado a temas de estructura, aerodinamia y ensayos.

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Pruebas en Pipinas y la base principal en Bahía Blanca

“Somos parte del proceso que tendrá lugar en Punta Indio donde se construyó un centro tecnológico espacial. Los lanzadores serán armados allí directamente y no en nuestra Facultad como sucedió anteriormente. Las pruebas tendrían lugar en Pipinas y se busca terminar la base de lanzamiento en Bahía Blanca que también quedó parada en 2015”, adelantó Actis. En cuanto a los plazos para concretar el sueño de lanzar al espacio los primero satélites desde nuestro territorio, el director de la CONAE mencionó: “El proyecto original contemplaba iniciar los lanzamientos en 2024 y la verdad que veníamos muy encaminados para lograrlo. Ahora se está pensando en 2028 o 2030”. De todos modos, el especialista subrayó: “Lo importante es que hay decisión política. Un proyecto como este mueve a todo el sistema científico y muchas Pymes. Gracia al proyecto Tronador, nosotros pudimos avanzar en los trabajos de movilidad eléctrica que estamos haciendo actualmente. Eso mucha veces no se entiende pero cuando se invierte y tecnología siempre se produce un derrame”.