

En todas las sociedades modernas se valora al ejercicio físico como la actividad que más contribuye al bienestar general de las personas, y por ende como el mejor aliado para la salud.
Los buenos hábitos ya no sólo incluyen este aspecto. Se complementan con la buena alimentación, una cantidad adecuada de horas de sueño diarias, y un estilo de vida en armonía con nuestro entorno.
La ecología, de esta manera, se colocó entre las principales cuestiones o demandas que más crecieron en sintonía con el cuidado de nuestros cuerpos.
Pero en el plano estrictamente individual, lo que más creció durante las últimas dpecadas es el uso de cintas de correr para el hogar. El sitio cintacorrer.net destaca que “realizar algún tipo de actividad física tiene una enorme cantidad de beneficios para el cuerpo”.
Y agrega: “Actualmente el running es más que una moda, ha venido a quedarse como forma de hacer ejercicio y cada vez tiene más adeptos, y por lo tanto ha sido enorme el crecimiento de las cintas de correr como una de las mejores elecciones para ponerte en forma en casa según estudios y por la elección de los propios usuarios”. Otro sitio web de consulta como El Diario Cantabria por qué correr en cinta tiene grandes beneficios.
“El ejercicio físico constante, moderado o de alta intensidad, tiene increíbles beneficios para el cuerpo, tanto para su apariencia como para su funcionamiento. Correr es uno de los ejercicios más sencillos de realizar, porque respetando la técnica, todas las personas están capacitadas para realizarlo correctamente”, advierte.
Y asegura que correr “permite que los huesos, músculos y articulaciones se fortalezcan”.
“Así, a largo plazo, se disminuyen los riesgos de patologías como la osteoporosis, y se previenen múltiples lesiones musculares o articulares. Hacer ejercicio en una cinta de correr, además, permite quemar grasa de una forma muy rápida, sobre todo cuando la intensidad del ejercicio se adapta a esa prioridad. Correr quema colesterol malo y fortalece la capacidad de trabajo del corazón, eliminando riesgos de enfermedades que hoy son muy comunes y asociadas precisamente a la falta de actividad física”, menciona el mencionado sitio.
En ese marco vale recordar que, como advierte la Dra. Dalina Ytques en el diario Los Andes, “la imagen, por sí sola, es un lenguaje que comunica”.
La especialista señala que “mucha gente asegura que la imagen no le importa y que, en lugar de preocuparse por eso, prefiere enfocarse solo en cultivar el conocimiento y la espiritualidad”.
“Pero la realidad es que, si tenemos que definirla, la belleza es la cualidad de una persona o cosa de provocar en quien la contempla un placer sensorial, intelectual o espiritual. Es por ello que la podemos encontrar en un cuadro, en una melodía, un atardecer o una construcción arquitectónica”, agrega.
Y concluye: “A pesar de que los cánones de la belleza se modifican con el tiempo y en las diferentes culturas, está científicamente comprobado que la presencia de armonía y proporción entre las partes siempre es necesaria para que algo nos agrade. Esa armonía y proporción, por tanto, tiene relación con el placer sensorial que nos produce la belleza”. Pero, ¿qué es lo que encontramos en los seres humanos que nos parecen bellos? ¿Qué es verdaderamente lo que nos atrae?. La imagen nos dice mucho de una persona. Su postura, su manera de hablar, de vestir, su actitud frente a los demás, además de los rasgos que son únicos de cada rostro”.