viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 14 oct 2021

Un dirigente gremial habló sobre la crisis en Garbarino y acusó de vaciamiento a su dueño, "cuya lógica fue evitar que la empresa se salvara”

Entrevista a Guillermo Bianchi, titular del Sindicato de Empleados de Comercio en Mar del Plata. El rol del oscuro empresario Carlos Rosales.


Este miércoles cortaron la luz en los locales de Garbarino y Compumundo en Mar del Plata. Hace cinco meses que la empresa mantiene una deuda salarial que afecta a 3.800 trabajadores en la Argentina. 

La Federación Argentina de Empleados de Comercio participó de varias audiencias en el Ministerio de Trabajo de la Nación para analizar estrategias que mejoren el destino de la empresa frente a la pandemia. Como es de público conocimiento, la firma tenía graves con problemas económicos antes de ser adquirida por Carlos Rosales en 2019, un empresario que también es dueño de Radio Continental y se desempeña como protesorero del club San Lorenzo de Almagro.

“En el término de 16 meses, desde que fue comprada por el dirigente deportivo, se terminó casi en el cierre definitivo de Garbarino, Garbarino Viajes y Compumundo, y de las ensambladoras, con una enorme responsabilidad de su dueño Carlos Rosales, cuya lógica fue evitar que la empresa se salve”, denunció Guillermo Bianchi, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata, en diálogo con Info Blanco Sobre Negro.

En la ciudad balnearia, Garbarino (que, según Bianchi, tuvo dos intentos de compra en este último tiempo y sus dueños no quisieron vender) dejó sin trabajo a 38 trabajadores.

“No querer vender una empresa que estaba en una caída indetenible significa que detrás hay otros propósitos. Acá hubo un vaciamiento de la compañía cuyo pasivo se lo hicieron pagar en primer lugar a los trabajadores, después a los dueños de los locales a los que no le pagaron el alquiler, a los dueños de los electrodomésticos, que son fideicomisos que habían puesto dinero, y al Estado porque no pagaron más ninguna carga social”, señaló Bianchi.

“Lo que están dejando es un tendal económico y social porque las acciones de Rosales, que se mueve impunemente sin condena alguna, implican un enorme deterioro social para 3.800 personas en el marco de una pandemia que ha traído una crisis inimaginable en el mundo y para cada una de estas familias. La empresa está en fase terminal”, indicó el dirigente gremial.

 

"Garbarino lo único que tenía de poderoso era la marca y la pulverizó"

ISBN: Manifestaste en una nota periodística que Rosales nunca tuvo una intención de salvar a la compañía, ¿por qué? ¿Qué te pareció raro?

Bianchi: apenas compró la empresa, en una localidad bonaerense donde opera Garbarino alquiló un depósito en el mes de noviembre de 2019, pagó ese mes y diciembre con el anticipo que hay que pagar cuando se alquila, y a partir de enero no pagó más el alquiler.

Otro ejemplo fue que, al adquirir la compañía, Rosales se comprometió frente al Ministerio de Trabajo a hacer un plan de devolución de la deuda para todos los trabajadores que significaba cobrar el salario y el resto de la deuda en cuotas. Pagó el primer mes, el segundo y no pagó nunca más, y exigía a la gente que trabajara.

Otro caso, esta vez en Mar del Plata, fue cuando cerró un acuerdo con dos trabajadores para que recibieran su indeminización en cuotas. Les pagaron la primera y nunca más les pagaron nada. Lo mismo pasó con los proveedores.

Desde que alquiló el local más importante que hay en Mar del Plata, que está en la calle Rivadavia entre Rioja e Yrigoyen, hace tres años que no paga el alquiler. Pagó un sólo mes y no pagó más.

En el caso de Garbarino Viajes, que muchos trabajadores siguieron contratando, en el momento que había facturación, pagos con tarjetas de crédito para viajes al exterior y reservas de hotelería,  se enteraron que nunca los habían depositado. Fue una estafa sideral la que han hecho con los viajes.

Hace un par de meses, además, cortaron todos los circuitos internos para poder facturar. Son una serie de cosas que distan mucho de una persona que intenta salvar la empresa. Además nunca presentaron la convocatoria para pedir la quiebra.

 

ISBN: ¿Cuál es la situación de los trabajadores en Mar del Plata?

Bianchi: lo último que se percibió es la Asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) del gobierno nacional. Lo otro que se recibió es el 40 % que había en un banco y se pudo destrabar para que le llegara a la cuenta de los trabajadores, y nada más.

Algunos están buscando trabajo, otros tramitando subsidios o viviendo con ayudas de organizaciones.

Esta gente abandonó a sus trabajadores y no se preocupó por ellos. Este mal empresario, que salió al tercer mes de comprar Garbarino en revistas de finanzas planteando el crecimiento de la empresa por la venta de canales online, dejó tirado a todo el mundo.

Realmente no sé qué ha hecho. No soy un entendido pero no somos tontos. Entendemos que detrás de ciertas cosas existen maniobras donde lo que se intenta es volcar la empresa.

 

ISBN: Quizás buscó dedicarse al comercio electrónico y dejar la venta física

Bianchi: una empresa que estaba conformada por capitales estadounidenses le ofreció la compra del canal online y Rosales no quiso. Sacaron a la venta el cien por ciento de las acciones de Compumundo sin tener un procedimiento previo y no se vendió una sola acción.

Sinceramente ha sido una enorme irresponsabilidad empresarial la que ha tenido el señor Rosales a la hora de administrar el patrimonio de una empresa como Garbarino, que lo único que tenía de poderoso era la marca y la pulverizó.

A veces el patrimonio de una empresa cuando está en caída es su nombre y si éste último todavía sobrevive en el inconsciente de la gente tiene mucho valor. Rosales pulverizó el nombre. Hoy comprar Garbarino es comprar un problema.

 

ISBN: ¿Desde el Estado tomaron alguna medida?

Bianchi: siempre ayudaron con las audiencias y presentaciones, pero son circuitos administrativos de la burocracia estatal, que son necesarios pero no terminan siendo más que eso.

Los únicos que hemos estado al frente de la situación hemos sido los trabajadores intentando visibilizar frente a la población, al Estado y a los propios empresarios lo que estaba sucediendo con una empresa de esta magnitud cuyo resultado es lo que estamos viendo, que le sacan el medidor de luz.

Hubo acciones muy paliativas como la asistencia de emergencia al trabajo y la producción del gobierno nacional que sirvieron porque cuando no tenes nada ponerse 22 mil pesos en el bolsillo es muchísimo pero bajo ningún punto de vista hubo una presión fuerte a una empresa que se ha retirado dejando en el tendal a mucha gente.

Además también recibieron telegramas los trabajadores de Compumundo planteando que iban a ser despedidos pero cobrarían la mitad de una indemnizacion simple porque la empresa planteó la inconstitucionalidad de los decretos presidenciales de la doble indemnización y la prohibición de despido.

Por supuesto pedimos una conciliación obligatoria porque si la gente puede cobrar parte de su indemnización que sea completa y no en los términos que ellos plantean, pero se animan a realizar esta maniobra y creo que no van a pagar tampoco porque no hay ninguna seguridad de cobrar un sólo peso más a esta empresa.

Por último, este jueves nos llegó una notificación del embargo que habíamos pedido de los bienes de Garbarino en Mar del Plata para intentar embargar algún bien que les garantice a los trabajadores, frente a la quiebra de la empresa, el cobro de su indemnización.

Ese es el triste final de los puestos de trabajo en una empresa como Garbarino. Más allá que se pueda cobrar o no, tener trabajo es mucho más que percibir un monto de dinero, es dignidad, es posibilidad de ganarte el pan trabajando, de tener un techo y una educación digna para tus hijos.

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