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Información General | 27 oct 2021

Martello destacó que la ley de etiquetado frontal "es una herramienta para contrarrestar los elevados índices de sobrepeso en niños y adolescentes"

Fue aprobada con una amplia mayoría


Tras la sanción, esta madrugada, en la Cámara de Diputados de la Nación de la ley de etiquetado frontal, el defensor adjunto del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello, indicó que "es un logro histórico y sus efectos positivos están comprobados”. Fue aprobada con 200 votos afirmativos contra 22 negativos y 16 abstensiones. 

El funcionario explicó que “ahora necesitamos una rápida reglamentación de la ley para que los efectos positivos de este nuevo sistema, registrados y documentados en otros países, puedan vislumbrarse en la Argentina”. 

Cabe destacar que Martello tiene a su cargo el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA). En ese sentido, sostuvo que la ley "es una herramienta indispensable para contrarrestar los elevados índices de sobrepeso (obesidad + exceso de peso) que afectan al 41,1% de los niños y adolescentes entre 5 y 17 años en Argentina". 

En lo que se refiere específicamente a la obesidad, las últimas cifras oficiales muestran que los indicadores más preocupantes se encuentran entre los sectores de menores ingresos: mientras que el quintil 1 registra 20,3% de NNyA obesos, la tasa es de 18,4% en el quintil 5.

 

 

 

 

“Desde el Observatorio de Derechos de NNyA de la Defensoría del Pueblo venimos planteando desde el año 2018 que era necesaria esta reforma. Los datos oficiales nos muestran que la obesidad infantil impacta con más fuerza en los sectores socialmente más postergados. El etiquetado frontal democratiza la información nutricional de forma clara, sencilla y comprensible para toda la población”, explicó Martello.

Un reciente estudio en Chile, publicado en la revista científica The Lancet, señaló lo siguiente: 

• Se observaron descensos significativos en las compras de calorías, azúcar, grasa saturada y sodio, lo cual fue motivado por la reducción en las compras de productos comestibles y bebidas poco saludables “altos-en” en estos nutrientes (productos con etiqueta).

• En comestibles y bebidas ricos en calorías, las compras descendieron un 24% (49 kcal) diariamente por persona; las compras de azúcar descendieron un 27% (21 kcal) por persona al día, las de grasas saturadas descendieron un 16% (6 kcal) por persona al día y las de sodio descendieron un 37% (97 mg) por persona al día.

• Las compras de los siguientes productos “altos-en” en estos contenidos disminuyeron significativamente: jugos de frutas y verduras industrializados (-47%), bebidas y sustitutos lácteos (-31%), condimentos y salsas (-33%), carnes, aves y sustitutos de la carne (-11%), cereales para el desayuno (11%) y dulces y postres a base de cereales (-8%).

• Estas disminuciones también se observaron al analizar todas las compras de alimentos y bebidas, aunque se observaron aumentos en las compras de productos sin etiquetas de advertencia

Según Unicef también se registraron resultados alentadores en México y Uruguay, donde se llevaron a cabo grupos focales con niños y niñas de entre 10 y 12 años y adolescentes de 15 a 18 años, entre quienes se comprobó que los octágonos negros tienen altos niveles de comprensión. 

En el caso de México, la evidencia reciente indicó que los niñas y niños en edad escolar, con un bajo nivel socioeconómico, entendían el etiquetado octagonal similar al de Chile.

En Uruguay, un estudio realizado con estudiantes de primaria mostró que un etiquetado frontal tiene un alto potencial para desincentivar el consumo de productos empacados no saludables aunque el efecto del etiquetado disminuye cuando el empaque lleva personajes u otros elementos que atraigan la atención.

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