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Información General | 16 nov 2021

Acusan a un neuropsiquiátrico de La Plata de ocultar el asesinato de un paciente descubierto por sus propios familiares en el velorio

El escandaloso episodio ocurrió en la clínica Santa Teresa de Ávila, ubicada en la calle 61 entre 1 y 2.


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Ocurrió en la clínica neuropsiquiátrica Santa Teresa de Ávila, ubicada en la calle 61 entre 1 y 2, donde falleció Héctor Raúl González de 68 años. Las autoridades del lugar entregaron el cuerpo del paciente a sus familiares e informaron una muerte natural por un paro cardíaco. Cuando lo estaban velando, una marca en el cuello reveló un homicidio que ya fue confirmado por una autopsia.

El crimen fue descubierto por los familiares de González durante su propio velatorio en una cochería ubicada en calle 12 entre 68 y 69. En el cuerpo llamaba la atención la aparición de una especie de surco en el cuello del hombre. A partir de una denuncia, la fiscal Betina Lacki ordenó el secuestro del cuerpo para que fuera sometido a una autopsia.

Horas después se conocieron los resultados de la necorpsia y los forenses determinaron que el hombre había fallecido por asfixia por ahorcamiento.

“Mi tío falleció el viernes a la tarde, supuestamente de un paro cardiaco. Tuvimos media hora de velorio. Mi tía se acerca y le descubre las marcas en el cuello. Llamamos a una médica de la clínica, y nos dijo que ella lo había revisado y que las marcas no lo habías visto. Pero era imposible que no las hayan visto porque eran muy notorias”, resaltó una sobrina de la víctima.

“A nosotros nos entregaron el cuerpo con un shortcito y con una camisa que tapaba la marca”, agregó y reclamó: “Queremos saber por qué lo mataron y por qué lo ocultaron. La clínica no está dando respuestas”.

Desde la clínica habían informado que Héctor había sido encontrado muerto en el baño y que su deceso se había producido en forma "natural" producto de un paro cardíaco. El certificado de defunción fue firmado por un profesional vinculado a la institución.

La Justicia deberá determinar ahora es la autoría del crimen o si se trató de un suicidio. Además deberán revelar si existió una cadena de encubrimiento entre los directivos y los trabajadores del centro de salud mental.

González llevaba más de tres años internado en la clínica Santa Teresa de Ávila. Los familiares contaron que desde la institución todavía nadie los llamó para dar una explicación por lo sucedido. Por el momento, la carátula se mantiene en "averiguación causal de muerte".

“Mi hermano padecía de esquizofrenia, por eso estaba internado. Espero que se descubra la verdad, que se haga Justicia y que aparezca el asesino”, reclamó Gladys, hermana de la víctima.

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