Los guardavidas de Villa Gesell decretaron un paro para este jueves luego de que se frustara la reunión con las autoridades del Ministerio de Trabajo bonaerense y el municipio decretó la emergencia acuática.

La medida fue adoptada en las últimas horas por el Intendente de ese distrito, Gustavo Barrera, a partir de un decreto municipal que lo habilita a contratar de manera directa al personal idóneo para cubrir las necesidades de las playas de todo el distrito. Durará 90 días.

Según fuentes municipales, la decisión fue tomada por la medida de fuerza y por mejores resguardos sanitarios ante el fuerte incremento de casos de Covid.

A su vez, el Ejecutivo municipal sancionará a todos los guardavidas que participen de la medida de fuerza suspendiéndoles la licencia para trabajar y quitándoles el goce de sus haberes.

El conflicto de los guardavidas no sólo se da en esta última localidad sino que ocurre en toda la provincia de Buenos Aires y desde la seccional bonaerense de la Federación Argentina de Guardavidas alertaron que la situación es preocupante.

"Recientemente murió un guardavidas en un accidente de tránsito porque las autoridades, por ser sindicalista, decidieron mandarlo a trabajar a otra localidad en vez de mandarlo a una playa que le quedaba cerca, y yendo a trabajar tuvo el accidente", denunció el secretario general de los guardavidas de General Alvarado, José Pascuccio, a Info Blanco Sobre Negro.

"En Miramar (General Alvarado) la situación se agravó por la cantidad de compañeros que están con COVID-19 y porque el municipio de General Alvarado se niega a contratar gente", aseguró el dirigente.

"Al no contratar gente quedan compañeros solos en un montón de metros y con mucha gente, y en una playa donde había tres o cuatro guardavidas ahora hay dos", señaló. 

"Están ofreciendo horas extras y trabajar los francos y los compañeros se negaron porque en la paritaria fueron a la baja con respecto a la inflación del INDEC y ahora resulta que hay plata para esto", indicó Pascuccio. 

La situación se da en el marco de una temporada de verano con mucha gente en todas las localidades costeras de la provincia y temperaturas que invitan a la gente a bañarse que debe hacerlo en un contexto de pocos guardavidas, una situación que ya existía y a la que se le sumó la baja de muchos trabajadores por contagiarse de COVID-19.