viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº -1962

Información General | 15 ene 2022

Hallaron signos de una pelea entre un oso prehistórico y un perezoso gigante, "fue una verdadera lucha de gigantes" según los investigadores

Fue descubierto en Campo Spósito, un yacimiento de fósiles ubicado en el centro este de la provincia de Buenos Aires


Investigadores del Museo Paleontológico de San Pedro descubrieron el húmero fosilizado de un perezoso gigante con signos de una feroz mordedura, presumiblemente de una especie de oso prehistórico gigante. El hallazgo confirma, para los científicos,  la interacción hace más de 200.000 años entre la megafauna local.

“Fue una verdadera lucha de gigantes. El húmero encontrado mide 65 centímetros y pertenece a la especie Lestodon armatus, un perezoso que, erguido, medía entre 3 o 4 metros de longitud, con un peso de más de dos mil kilos y con garras de 20 centímetros de largo", especificaron los descubridores.

"Y el atacante, un oso perteneciente al género Arctotherium, también alcanzaba fácilmente los cuatro metros, con colmillos de más de seis centímetros de largo”, agregó el director del Museo, José Luis Aguilar, en diálogo con la Agencia Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de La Matanza (CTyS-UNLaM).

El húmero fosilizado —hueso mayor del brazo— del perezoso prehistórico fue descubierto en Campo Spósito, un yacimiento de fósiles ubicado en el sector de Bajo del Tala en la provincia de Buenos Aires (centro este), que se supone fue el lecho de un río hace más de 200.000 años.

“Nos sorprendió un poco al limpiarlo porque notamos las dos marcas de quebraduras, con el hueso hundido y sin signos de cicatrización. La primera hipótesis fue que había sido una pisada, algo común cuando los huesos quedan semi hundidos y otros animales pasan por encima”, subrayó Aguilar.

“Trabajando con el doctor Leopoldo Soibelzon, paleontólogo del Museo de Ciencias Naturales de La Plata e investigador del CONICET, se llegó a la conclusión de que un gran carnívoro había tomado por el brazo a este animal”, agregó el científico.

 

Ataque de oso

 

Luego de establecer que la lesión encontrada en el húmero fosilizado del perezoso fue efectivamente una mordida, los científicos determinaron qué especie fue la responsable del ataque.

“Se hizo un experimento sencillo pero efectivo: en el Museo de San Pedro hay un cráneo muy completo del oso Arctotherium y lo que se hizo fue colocar el húmero recién hallado en sus fauces, simulando la mordida. Y las marcas de los molares, que son los que hacían más fuerza, encajan perfecto en esa mordedura”, resaltó Aguilar.

La falta de cicatrización en la fractura del húmero hace pensar que la lesión fue provocada poco tiempo antes de la muerte del perezoso, descartando así teorías que dan a entender una alimentación carroñera posterior por parte del oso gigante en vez de un enfrentamiento.

“Se convierte en la primera evidencia concreta de una interacción fuerte, en este caso una pelea, entre estos perezosos y osos gigantes, integrantes de la megafauna prehistórica de esa época”, sostuvo Aguilar.

Los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), señalaron que “el hallazgo confirma la capacidad de estos osos para quebrar huesos y consumir carne de otros mamíferos de gran porte y proporciona una de las primeras evidencias científicas directas de interacción entre la megafauna herbívora y los osos del género Arctotherium”.

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