Más de 8 de cada 10 enfermeros y enfermeras no han alcanzado la licenciatura. Si bien la tendencia es que suba año a año, en muchas provincias no llegan ni a 1 licenciado de cada 10. De los 27 países de las Américas, en un estudio de 2017, Argentina ocupó el nivel más bajo de personal de enfermería con título de grado.

Lo afirmó en un informe la Escuela de Enfermería de la Universidad Austral,  que analizó los datos oficiales del Observatorio Federal de Recursos Humanos en Salud (OFERHUS) dependiente de la Dirección Nacional de Talento Humano y Conocimiento del Ministerio de Salud de la Nación.

En 2020 se registraron 35 enfermeros por cada 10.000 habitantes en Argentina, de los que 1,6 de cada 10 cuentan con el título de licenciatura. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el anteaño pasado había en el país 26 enfermeros por cada 10.000 habitantes.

“En ambos casos, los datos expresan la siguiente paradoja: a pesar de haber incrementado el número de profesionales de enfermería en la última década, la escasez de ellos sigue siendo una realidad”, explicó la magister  Dolores Latugaye, directora de la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

Por otro lado, la Plataforma de Información en Salud de las Américas (PLISA) de la OMS informó que en 2017 sólo el 11 % del personal de enfermería en Argentina contaba con la licenciatura, siendo el país con el menor porcentaje de personal de enfermería con título de grado.

No obstante este dato, Latugaye aseguró que "existe una tendencia continua hacia la búsqueda de mayores niveles de formación, lo que beneficia no solo a la profesión sino también al paciente y su familia”.

Según las orientaciones estratégicas sobre la enfermería y partería 2021-2025 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), contar con profesionales con carrera de grado completa mejora los resultados en los pacientes y pueden asumir responsabilidades más amplias en el sistema de salud y en el ámbito académico.

Al respecto, Latugaye detalló que quienes poseen título de licenciados "cuentan con formación para el cuidado de pacientes en estado crítico, y el desarrollo de investigación y gestión; tanto en el ámbito clínico como en el comunitario".

“Esta formación les brinda la capacidad de reconocer en sus destinatarios de cuidado no solo factores de riesgo sino también signos de alarma que requieren una adecuada toma de decisiones para brindar el cuidado correcto en el momento oportuno", agregó la especialista.

"Al mismo tiempo, les proporciona las herramientas necesarias para liderar equipos de trabajo y les permite también avanzar hacia un mayor grado académico”, concluyó Latugaye.