jueves 07 de noviembre de 2024 - Edición Nº -2164

Información General | 8 oct 2022

Quién es Eduardo Aparicio, el jefe de la APREVIDE, exsecretario de De la Rúa, incondicional de Scioli y ahora funcionario de Kicillof

El lento ascenso de un servidor "planta permanente" del funcionariado policromático, y un filántropo dispuesto a asumir cualquier cargo público al servicio de la Patria.


Por: Nicolás Harispe

Eduardo Aparicio está siendo "cuidado" por los grandes medios de comunicación, y su nombre no está entre los más cuestionados tras el criminal, bochornoso y dantesco operativo realizado por la policía bonaerense durante el partido entre Gimnasia y Boca.

Descaradamente, hace tan sólo dos meses le decía al portal Tres Líneas: "Hoy las entradas nominales tienen que estar a la vanguardia, queremos saber quiénes van a la cancha, quién va a un espectáculo público, y para eso hay que poner una norma. No podemos venderle a cualquiera una entrada, porque hemos encontrado personas que han sacado una entrada y tenían pedido de captura por asesinato. No puede ser que esa persona esté compartiendo la cancha con un ciudadano de bien". 

Cualquiera pensaría que una opinión tan contundente provendría de alguien ligado al mundo del fútbol o de la seguridad, pero es una genialidad que se le ocurrió a este polifuncionario que inició sus pasos en la política como che pibe del expresidente Fernando De la Rúa.

Aparicio nació el 2 de mayo de 1966 en José C. Paz, Provincia de Buenos Aires.

Comenzó a ejercer una función en política y a brindar su tiempo en favor de quienes necesitan de su desinteresada ayuda como asesor del bloque radical en el desaparecido Concejo Deliberante porteño. Ese lugar era una cantera de servidores públicos y de gente de bien, como se sabe. 

Después la Argentina lo aprovechó desde el momento en el que fue designado secretario privado del expresidente Fernando De La Rúa, en los tiempos en que "Chupete" era Jefe de Gobierno de la CABA.

En ese marco de gran entrega al prójimo logró ascender al cargo de director de Acción Política de la Presidencia de la Nación.

Pero llegó el 20 de diciembre de 2001 y tuvo que frenar un tiempo. La gente gritaba "que se vayan todos" y se fue un rato. 

Volvió a ejercer un cargo público junto a Daniel Scioli cuando era vicepresidente, aunque ya con otra camiseta partidaria. Se hizo reperonista Aparicio, y fue designado encargado de Ceremonial y Protocolo del Senado bonaerense.

Poco después lo nombraron Coordinador Ejecutivo del Programa Soluciones YA!. (Parece broma).

En 2011 Scioli, ya en el cargo de Gobernador, lo designó al frente de la Secretaría de Espacios Públicos, desde donde manejó el Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS), algo así como una secretaría de Ambiente.

Es un lugar clave porque desde ese ámbito se controla (o así debería ser) y/o sanciona a las empresas por daño ambiental u otras irregularidades. 

Pero el gran salto hacia adelante de Aparicio ocurrió en febrero de 2014, cuando asumió como Ministro de Desarrollo Social bonaerense.

En febrero de 2014 asumió al frente de esa cartera en remplazo de Martín Ferré, que pasó a ocupar la Secretaría General de Gobernación.

Con el peronismo otra vez en el Gobierno, en julio de 2021 fue designado Subsecretario de Articulación Institucional para la Seguridad por Sergio Berni.

Un año después, o sea, hace unos meses, asumió la titularidad de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide) en reemplazo de Gustavo Gómez.

Y el jueves se borró de la escena política, mediática y deportiva con un descaro bochornoso.

Entonces el foco quedó sobre el ministro Sergio Berni, que no para de retroceder, en chancletas y con gran riesgo de caída y despedida para siempre.

También la mirada social está clavada en los altos mandos policiales y en aquellos agentes que actuaron como bestias, fascinados con armas que gatillaban con placer y sadismo. 

Pero no se olviden de Aparicio. Que explique, que hable, que cuente, que declare, que diga dónde estaba, qué vio, qué órdenes había dictado antes del partido, en resumen, que no se haga el zonzo.  

 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias