La semana pasada la ciudad de Buenos Aires se volvió centro de las noticias internacionales, ya que se llevó a cabo la Cumbre Internacional de Alcaldes C40 que busca lograr políticas públicas frente a la crisis climática y ecológica. Dentro de la sociedad y organizaciones ambientales hay miradas opuestas: quienes sostienen que de estos eventos no hay un avance real y quienes ven a estos encuentros como una oportunidad esperanzadora.

La realidad es que se ha firmado un documento con compromisos asumidos por parte de los intendentes de Argentina en el marco del C40. Dicho documento se basa en 4 ejes: Gobernanza y planificación climática, Transparencia,  Recuperación verde y justa con creación de empleo e inclusión, Financiamiento para enfrentar el cambio climático y Ciudades de Bienestar.

Será la sociedad civil quien deberá realizar un seguimiento y exigir a sus gobernantes el cumplimiento de los mismos, ya que como resultado de los encuentros de participación ciudadana organizados por Climate Save Argentina en conjunto con distintos gobiernos provinciales y universidades nacionales en el marco del C40, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires se comprometió a formalizar el “Consejo Consultivo de Ambiente y Desarrollo Sostenible” y a organizar reuniones mensuales con las organizaciones de la sociedad civil a partir de 2023. 

Al respecto, en el cierre del C40 organizaciones socioambientales, barriales y distintos sectores del espectro político partidario marcharon hacia las inmediaciones del Centro de Convenciones donde se realizaba el C40, para exigir el real compromiso de los alcaldes ante los planes de acción presentados y la urgencia de los mismos.

Como cierre de la marcha los diferentes representantes de las organizaciones ambientales leyeron un documento, en donde se expresó entre otras cosas, la necesidad de una transferencia de recursos desde el Norte Global, que son quienes más contribuyeron al cambio climático, hacia el Sur Global que son quienes más padecen los efectos negativos de la crisis climática: “La deuda es con el Sur”.

Por otro lado y a nivel local, las organizaciones ambientales reclamaron la urgencia de la Ley de envases y la La Ley de Humedales: “La especulación inmobiliaria, la privatización de espacios públicos, la cementación, la pérdida de arbolado y la falta de acceso al Río de la Plata son políticas de la Ciudad que atentan contra la conservación, mantenimiento y ampliación de las áreas verdes urbanas”. Entre los cánticos se escuchaba “Dejen de quemar nuestros humedales”.

Representantes de Climate Save Argentina solicitaron en su discurso, la adhesión de las ciudades de todo el país a la Ley de Etiquetado Frontal, a la Declaración C40 de las Ciudades para una Buena Alimentación y al Acuerdo Basado en Plantas.

Junto con la sanción de la Ley de Fomento de la Agroecología buscamos que estos reclamos lleven a la acción la transición alimentaria basada en plantas que permita garantizar la seguridad y soberanía alimentarias y un futuro justo, saludable y sustentable para todos.

Porque en un país con el 97% de las tierras productivas destinadas a la explotación animal; esa misma industria de explotación produciendo el 21.6% de gases de efecto invernadero (el mayor a nivel nacional) y el 40% de personas en situación de hambre. ¿No es hora de replantearnos la forma en la que comemos, cómo se produjo, de dónde viene y si nos alimenta?.

Otros reclamos se concentran en el Cese definitivo del funcionamiento de los basurales a cielo abierto, la implementación y refuerzo de la Ley de Educación Ambiental y la participación de representantes sociales en las mesas de trabajo para la implementación de políticas públicas: aunque se habló de empleos verdes en el C40 y los trabajos del futuro, no hubo ningún representante de los y las trabajadoras de la economía popular, ni de ninguna comunidad originaria.